name='keywords'

martes, 11 de octubre de 2011

EL LIBRO DE ORO DE SAINT GERMAIN ( CAPITULO XI )


CAPITULO XI

EL DIOS HIMALAYA


ESTA es la primera vez que la Presencia de esta Entidad Luminosa es traída al conocimiento del mundo exterior. De Él es que reciben sus nombres los Montes Himalayas. Desde que éstos fueron conocidos han constituido una corriente de vida sagrada y manteni­da inflexible. Por esto, aquellas almas que entraron en su radiación fueron elevadas a la unión con la Forma Fulgu­rante de Él, de donde ellas han estado enviando sus Ra­yos de Actividad para bendición de la humanidad. De ello deriva el gran magnetismo del Tibet.

Así como el destino de la India y de América ha sido en­tretejido como dos lianas que reúnen el Árbol de la Vida, así de nuevo viene la ayuda radiante para fundir en armonía las mentes de manera que su progreso prosiga sin interrupción.

Hoy existen miles, que procedentes de la India, han reencarnado en América. Asimismo hay miles de america­nos renaciendo en la India para traer su mixtura y su proceso balanceador a ambas secciones de la Tierra.

Esta gran Entidad que te ha sido presentada después de muchas centurias en el Gran Silencio, da este paso hacia acá para ejercer el proceso consciente de espíritu y manifesta­ción, ofreciéndote el cáliz de fuego líquido espiritual, derra­mándolo en los corazones de la humanidad para provocar en ella un deseo mayor de luz proveniente de la Gran Fuen­te de Luz «YO SOY» Dios en Acción en todas partes.

La entrada de esta Gran Presencia a la actividad humana se regará como un hilo de luz a través de todas las Américas; y expandiendo su Luminosa Presencia como un manto de nieve dorada que va cayendo suavemente será absorbida por las mentes humanas, la mayoría de las cuales no se da­rá cuenta, aunque algunas sentirán esa Presencia penetran­te interior.

Si aquellos que están bajo esta radiación continúan en un bello y armonioso progreso, será posible traerles a la atención ciertas actividades del fluido nervioso que apresu­rará sus maestrías sobre la forma exterior, lo que quiere de­cir, maestría sobre todas las condiciones que aparentan apri­sionarlos.

Debes estar alerta, lo mismo tus discípulos, para invertir todas las condiciones negativas que aparezcan a los sentidos. Para darte un ejemplo: si sientes frío, invierte la conciencia y asegúrate que eso no es cierto y que lo normal es la buena temperatura. Si sientes calor, inviértelo con la conciencia del frescor normal. Si estás exuberante de alegría por causa de una buena noticia, hay que decir: «PAZ, AQUIÉTATE». No conviene obligar la balanza alterando la Ley del Ritmo. De­creta la calma, el reposo y seguridad. El ideal en todas las comunicaciones de los sentidos es el moverse en la vía del medio, el equilibrio, conservando la tranquila maestría del «YO SOY». Esto permitirá el establecimiento de una co­rriente fluídica, continua, de energía e ideas creativas vi­niendo del corazón del Gran Sol Central, de donde viene este Gran Ser, el Dios Himalaya. Esto también te capacitará para recibir y usar inmensamente más de la radiante energía que Él emana. La razón por la cual te he atraído la atención sobre Él es para que puedas recibir en forma ilimitada esa energía. Además de la que extraes por tus esfuerzos cons­cientes.

LOS ESTUDIANTES DEBEN COMPRENDER QUE LOS MAESTROS NO VIENEN A ELLOS POR INICIATIVA INDIVIDUAL DE ELLOS, SINO QUE SON LOS MAESTROS LOS QUE HAN ESCOGIDO A LOS ESTUDIANTES PARA QUE ÉSTOS RECIBAN SU RADIACIÓN. ES UN PRIVILEGIO QUE NO SE PUE­DE CALIFICAR EN PALABRAS. SÓLO SE PUEDE SENTIR O VER. ADEMÁS, LA MISIÓN DEL MAESTRO NO ES LA DE ASUMIR VUESTRAS RESPONSA­BILIDADES NI RESOLVER VUESTROS PROBLEMAS, SINO LA DE COMUNI­CAR LA COMPRENSIÓN INTELIGENTE QUE LOS DISCÍPULOS PUEDAN APLICAR EN SUS VIDAS, Y ASÍ RESOLVER SUS PROPIOS PROBLEMAS. ASÍ ADQUIEREN LA FUERZA, EL VALOR Y LA CONFIANZA PARA CONTI­NUAR PASO A PASO EN LA MAESTRÍA CONSCIENTE QUE DOMINA EL SER Y EL MUNDO EXTERIOR.

Al llegar un momento en el crecimiento espiritual, noso­tros oímos a los estudiantes invocándonos con gran sinceri­dad: «GRANDES MAESTROS, AYÚDENNOS A RESOLVER NUESTROS PRO­BLEMAS». Para darles ánimo y fuerzas les diré que no se tiene la menor idea de la Radiante Presencia de los Maestros de­rramándoles fuerza, valor, confianza y luz. Los estudiantes están totalmente inconscientes de esto. No hay sino una sola forma que todo aquel que posee sabiduría puede emplear para dar una ayuda permanente a aquellos hermanos que piden asistencia, y es la de instruirlos en estas simples leyes que les darán la victoria y el dominio sobre el ser y el mun­do exterior. 

Porque hacer lo que piden estos estudiantes, o sea, que se les resuelvan sus problemas, sólo logra retardar su progreso y debilitarlos inmensamente. 

Únicamente de­cretando su propia fuerza se logran las victorias y se gana la confianza que no puede venir de ninguna otra forma. Así entra el estudiante en la plenitud de sus propios poderes. Con la práctica consciente de su Poderosa Presencia «YO SOY», el estudiante adelanta sin ninguna vacilación hacia su meta de victoria.

La razón por la cual no se le informa al estudiante sobre la asistencia que los Maestros le estamos dando es para impedir que se recueste sobre un soporte exterior. Sería el error más grande que pudiéramos cometer, hacer o decir lo que haría conocer nuestra Presencia, por lo cual el estudiante se apoyaría en nosotros. Por lo demás, el estudiante no tiene nada que temer, y debe saber que le damos siempre toda la asistencia posible, y de acuerdo al grado de adelanto que va logrando.

La Presencia «YO SOY», la Hueste Ascendida y el Maestro Jesús son todos una misma cosa. A través del uso y el reconocimiento de la Presencia «YO SOY», yo te aseguro que puedes positivamente producir cualquier cua­lidad que desees manifestar en la Conciencia exterior. No tienes sino que ensayarlo.

Lo que todos necesitan recordarle constantemente a la conciencia exterior es que cuando se dice «YO SOY» esto a aquello, se está poniendo a Dios en Acción, y que esto es la propia vida individualizada, la Vida del Universo, la Energía del Universo, la Inteligencia en el Corazón del Universo gobernándolo todo, absolutamente todo. Es esen­cial, vital, recordarle constantemente esta Verdad a la conciencia exterior. Esta conciencia produce el entusias­mo gozoso que irá aumentando continuamente. En ningún momento debe haber un paro en el gozo de este uso, por­que es absolutamente el sendero de la Completa Maestría.

Los estudiantes deben darse cuenta de que ellos son el Poder Consciente que controla sus vidas y sus mundos y que pueden llenarlos con cualquier cualidad que necesiten o que deseen.

Aquellos que sufren de disturbios físicos intermitentes deben hacer conciencia a menudo de «YO SOY EL ALIENTO PERFECTAMENTE CONTROLADO DE MI CUERPO», y en conexión con esto deben hacer tan a menudo como puedan la respiración rítmica. Esto les dará un equilibrio de la respiración que es de inmensa ayuda para el control del pensamiento.

UNA COSA MUY IMPORTANTE PARA LOS ESTUDIANTES SINCEROS ES QUE DEBEN EVITAR ESCUCHAR COSAS PERTURBADORAS Y NEGATI­VAS, PORQUE ÉSTAS DEJAN ENTRAR ELEMENTOS INDESEABLES QUE SE INFILTRAN INCONSCIENTEMENTE. Cuando materialmente no se pueda evitar debe hacerse la siguiente afirmación: «YO SOY LA PRESENCIA GUARDIANA QUE CONSUME AL INSTANTE TODO LO QUE BUSQUE PERTURBARME». Así no solamente se protege él mismo, sino que ayudará también a la otra persona. 

Aun­que no se debe temer nada, es necesario mantener una guar­dia consciente hasta que se haya obtenido la suficiente maestría para controlar los pensamientos, los sentimientos y la receptividad.

Procura mantenerte lo más posible en el gozo y entusias­mo de la Presencia «YO SOY». Entrégale todo el poder y no mantengas preguntas en tu mente. Tira todo a los cuatro vientos, entrégaselo todo y espera sus revelaciones mágicas. La maravillosa, milagrosa Presencia es la que puede resolver todas las cosas, todos los problemas y contestar todas las preguntas que necesiten revelaciones y contestaciones. Una grandiosa afirmación de inmensa ayuda es: «YO SOY LA MILAGROSA PRESENCIA TRABAJANDO EN TODO LO QUE YO NECESITO QUE SE HAGA»

Aquellos que meditan o contemplan lo que quiere decir «YO» o «YO SOY» reciben resultados, revelaciones y ben­diciones fuera de toda ponderación. Yo estoy seguro de que tus discípulos comenzarán muy pronto a sentir y a manifestar la extraordinaria actividad de esta práctica. Yo mismo lo es­toy sintiendo ya en ustedes.

Mientras tu cuerpo duerme, hay en los planos superiores un constante visiteo e intercambio de ayuda. Es algo de lo cual tu ser exterior no puede tener conocimiento.

En el mismo momento en que puedas tranquilizar la mente exterior y ponerla bajo control te vendrá tal cantidad de revelaciones que se atropellan en tu mente. Y sabiendo que  YO SOY LA ESENCIA MISMA DE TODO AQUELLO QUE YO DE­SEO», ya sabes que te es posible producir en forma visible y tangible cualquier cosa que tengas en la conciencia.

De acuerdo con una necesidad imperante, el Maestro Himalaya quiso venir a este plano. Él trae una mezcla espe­cial de América y de la India, y por eso es que le es posible aparecer aquí. A medida que la Presencia Interior entra en actividad, toda otra actividad cesa. Es lógico y necesario porque la actividad obedece a la Presencia «YO SOY». Una Nieve Dorada es esparcida sobre las Américas por la Pre­sencia para ser absorbida, no solamente por los individuos, sino por las partículas de la atmósfera. En cuanto los estu­diantes se convierten voluntariamente en focos de esta ema­nación, son bendecidos y ayudados.

Es necesario que los estudiantes comprendan que en ciertas necesidades nacionales, como también individuales, faltan las cualidades necesarias para salir adelante. Esta es la razón porque Grandes Entidades especiales vienen hacia la Tierra. Ellas tienen cualidades predominantes que la situa­ción requiere en un momento dado. Los estudiantes que puedan comprender esto encontrarán un elemento nuevo entrando en sus vidas, que les beneficiará grandemente.

La actitud de espera o de expectativa es vital cuando se espera recibir algo de la Presencia Interior. Es una facultad grandemente beneficiosa para el que la cultiva. Por ejemplo, si hemos hecho un proyecto que esperamos con gozo, nos sentimos llenos de expectativa. Podemos usar de esta expec­tativa que es de gran ayuda para que se manifieste lo que de­seamos. Si tú llamas por teléfono a alguien para que te espe­re en un sitio de la ciudad, sales con la expectativa del en­cuentro; asimismo, si deseas conocer a los Maestros, un re­quisito para lograrlo es la expectativa de verlos. ¿Por qué no? Ponte en expectativa ya.






No hay comentarios:

Publicar un comentario