13/10/2012
El Evangelio de hoy
Lucas 11, 27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una
mujer del pueblo, gritando, le dijo: "¡Dichosa la mujer que te llevó en su
seno y cuyos pechos te amamantaron!" Pero Jesús le respondió:
"Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en
práctica".
Reflexión
Este es uno de los pasajes más bellos referidos a María, en
donde, no sólo es alabada por la gente, sino que, incluso Jesús, la alaba aún
más porque ella supo en todo momento hacer la voluntad de Dios, no obstante
que, en muchos casos para ella fue realmente difícil y oscura. La vida de
nuestra Santísima Madre es el modelo perfecto de lo que una persona es capaz de
hacer por Dios, y de cómo se ha de aceptar su voluntad. Jesús, en diferentes
momentos de su predicación, resaltó la importancia de la obediencia a Dios ya
que esto es lo que garantiza nuestra comunión con él y con el Padre (sobre
todo, habría que verlo en el evangelio de Juan). Esto es hoy muy importante,
pues hemos visto con tristeza cómo la obediencia en general se ha debilitado, y
no somos ya capaces de renunciar a nuestra voluntad para hacer la voluntad del
otro y esto en casos, incluso, muy sencillos. Jesús pone hoy como ejemplo a su
Madre Santísima, quien renunció a una vida ordinaria en su matrimonio para asumir
el rol de Madre de Dios; renunció a todos sus privilegios como Madre para
convertirse en sierva; renunció a todo con tal de hacer siempre la voluntad de
“aquel que la había amado y había mostrado preferencia en ella”.
Ojalá y que podamos cada uno de nosotros responder con la
misma generosidad que lo hizo María Santísima, y así también nosotros alcanzar
esta felicidad que ella vivió.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu
corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
No hay comentarios:
Publicar un comentario