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sábado, 8 de octubre de 2011

EL LIBRO DE ORO DE SAINT GERMAIN (CAPITULO VIII)


CAPITULO VIII

 Todo el mundo anda buscando la felicidad, a veces llamada dicha, y, sin embargo, muchos de los que la buscan con tanto ahínco continúan pa­sando de largo ante la llave de esa felicidad.

LA LLAVE SIMPLE DE LA DICHA PERFECTA Y EL PODER INHERENTE QUE LA MANTIENE CONSTANTE ES EL AUTOCONTROL Y LA AUTOCORRECCIÓN. 

PERO ESTO ES FACILÍSIMO DE LOGRAR UNA VEZ QUE SE APREN­DE LA VERDAD DE QUE UNO MISMO ES LA PRESENCIA «YO SOY» Y LA INTELIGENCIA QUE CONTROLA Y ORDENA TODAS LAS COSAS.

Alrededor de cada individuo hay todo un mundo de pen­samientos creados por él mismo. Dentro de este mundo mental está la semilla, la Presencia Divina, el «YO SOY», que es la única Presencia que actúa en el Universo y la cual dirige toda energía. Esta energía puede ser intensificada más allá de todos los límites por medio de la actividad conscien­te del individuo.

La Presencia Divina Interior puede ser comparada con la semilla de un durazno. El mundo de pensamientos que la envuelve semeja la pulpa. La pulpa representa no sólo el mundo mental creado por el individuo, sino la sustancia electrónica universal, siempre en espera de ser activada por la determinación consciente del individuo, para ser precipitada a su uso visible en la forma que a él le convenga o de­see.

El camino seguro hacia la comprensión y uso de este po­der consciente nos viene por medio del autocontrol. ¿Qué quiero yo decir con esa palabra «autocontrol»?:
1)     el reconocimiento de la Inteligencia «YO SOY» como única Presencia activa;
2)     que sabiendo esto, sabemos tam­bién que no existen límites o limitaciones para el poder de su uso y,
3)     que los humanos, habiendo recibido libre albedrío, libre selección y libre actuación lo que crean en su mundo circundante es todo aquello en que fijan su atención.

Ha llegado el momento por fin cuando todos deben com­prender que el pensamiento y el sentimiento forman el po­der creador más grande en la vida y en el universo. La única forma de usar ese pleno poder de pensamiento-sentimiento, que llamamos «DIOS EN ACCIÓN», es empleando el auto­-control y la autocorrección, con los cuales se puede rápida­mente alcanzar la comprensión con que usar y dirigir este poder del pensamiento, sin limitación alguna. Cuando se ha logrado el suficiente autocontrol, el individuo puede mante­ner su pensamiento fijo en cualquier deseo, al igual que una llama de acetileno que se mantiene inmóvil sobre una solda­dura. Así cuando se mantiene inamovible la conciencia en cualquier deseo, sabiendo que la Presencia «YO SOY» es la que está pensando, o sea, que es Dios en Acción, entonces se comprenderá que se puede traer a la visibilidad, o preci­pitar, lo que quiera que se desee o se necesite. No es que no se pueda pensar en otra cosa; si así fuera, ¿cómo podría uno realizar los mil y un deberes que colman nuestros días? Es que cada vez que se tenga que recordar el punto en cuestión, se recuerda invariablemente que es DIOS, o la Presencia «YO SOY» con todo su poder, la que está actuando para precipitamos el deseo.

Oye bien; ha sido comprobado en miles de formas que el efecto de una cosa no puede traer felicidad. Sólo por la comprensión de la causa que opera es que el individuo se hace maestro o dueño de su mundo.

El autocontrol se ejerce pensando y diciendo inmediata­mente frente a todo lo inarmonioso que se presente: «No se­ñor. Esto no puede ser verdad porque mi «YO SOY» es per­fecto. Borro, pues, todo lo que esté hecho por mi concien­cia exterior y no acepto sino la perfección manifestada». ¿Qué pasa entonces? Que le has abierto la entrada a Dios «YO SOY», y Él endereza todo lo exterior.

Dice Saint Germain: «Amado estudiante, si pudieras comprender el esplendor magnificente que se manifiesta en ti, cuando afirmas así tu autocontrol ante la actividad exte­rior, duplicarías todos tus esfuerzos para lograr ese autocon­trol y maestría sobre toda expresión exterior. Así es que se le permite a la Magna Presencia «YO SOY» liberar su gran Poder en nuestra conciencia y uso exterior».

Ahora vamos a quitar de la mente de los amados estu­diantes el sentido de tiempo, espacio y distancia.

La llave que abre la entrada a todas las esferas superio­res, los planos superiores, está en la sencillez y firmeza del autocontrol. Todo estudiante debe recordar esa gran verdad de que «DONDE ESTÁ TU CONCIENCIA ESTÁS TÚ», y que el «YO SOY» está en todas partes.

La conciencia de que hay espacio, distancia y tiempo es sólo una creación del hombre. Pasar a través del velo finísi­mo que separa la conciencia de su pleno poder y actividad interior es sólo un asunto de estado de conciencia, o sea, de pensamiento y sentimiento. Aquellos que están esforzándo­se por alcanzar la Luz, están viviendo constantemente en esas altas esferas. La belleza de estas esferas sobrepasa toda imaginación. Cuando entres en ellas consciente y volunta­riamente, encontrarás que todas las creaciones que existen allí son tangibles como cualesquiera de nuestros edificios de aquí.

Con la afirmación «YO SOY EL PODER DE MI AUTOCONTROL COMPLETO PARA SIEMPRE SOSTENIDO» les será más fácil lograr esta maestría. Los estudiantes deben hacerse conscientes de que cuando ellos reconozcan la actuación de la Presencia «YO SOY», es imposible que ella sea interrumpida o que se le interfiera en forma alguna. Al saber que no hay ni tiempo ni espacio, se tiene al alcance el conocimiento de la eterni­dad.

Para entrar en una esfera más alta que el mundo físico, plenamente consciente, sólo hay que ajustar o cambiar la conciencia. ¿Cómo hacerlo? Sabiendo que ya estás allí, conscientemente.

Afirma a menudo: POR EL PODER DEL CÍRCULO ELECTRÓNICO QUE YO HE CREADO EN CONTORNO MÍO, NO PUEDO SER AFECTADO YA POR DUDAS Y TEMORES. YO TOMO GOZOSO EL CETRO DE MI «YO SOY» Y PISO RESUELTAMENTE CUALQUIERA DE LAS ALTAS ESFERAS EN QUE YO QUISIERA ENTRAR, Y CONSERVO LA CLARA Y PERFECTA ME­MORIA DE MIS ACTIVIDADES ALLÍ.

Con esta práctica te encontrarás rápidamente gozando de la libertad ilimitada y la felicidad perfecta de actuar en cual­quier plano que tú escojas.

El estar consciente de las cosas que están mil años ade­lante es tan fácil y tan accesible como ir a tus repisas a to­mar un libro que necesites. El gran obstáculo para la liber­tad humana ha sido la gran ilusión del tiempo y el espacio en la creencia general.

Aquellos que han llegado a la gran desilusión de ver que la riqueza y los efectos exteriores de las cosas no pueden traer la dicha, comprenden la gran bendición que dentro de su propio pensamiento creativo, su propio poder y su pro­pio pensamiento, tienen toda la dicha, la libertad perfecta y el dominio.

Cuando el estudiante comprenda que aquello en que él conecta su atención se le adhiere, se convierte en él, o él se convierte en aquello con toda la intensidad que él emplee, verá la importancia de mantener su atención lejos de todo lo destructivo en la experiencia humana. Aprende a invocar en estos momentos a la Amada Presencia «YO SOY», antes de fijar la atención en las cosas destructivas.

Al discutir y comentar los defectos de nuestros amigos, familiares y asociados, nos comunica esos defectos a nues­tras propias conciencias y parece que aumenta el defecto que vemos en el otro. Esto es fijar la atención en lo destruc­tivo y nos convierte en ello.

El hecho de que existen magos negros en el mundo (bru­jos), o sea, ciertos hijos de Dios que dirigen mal y contami­nan la energía electrónica que les viene de su Presencia YO SOY, no es razón para que permitamos que nuestra aten­ción se fije en ese hecho, simplemente porque conocemos los hechos. Lo que nos incumbe es que mantengamos nues­tra atención libre para que se fije en nuestro propio auto­control impulsándolo a que se pose en lo que nos conviene.

Pocos se dan cuenta de que cuando vuelven a pensar o a estudiar un caso negativo y destructivo, o que cuando al­guien les ha desagradado en alguna forma y ellos se permiten volver a repasar el incidente, se están grabando y fabricando ese caso en sus conciencias puras, ensuciándolas y atrayen­do el resultado para que vuelva una y otra vez a ocurrir.

Pero yo quiero imprimir en las mentes de los estudiantes que es tonto dejarse afectar y perturbar por actividades, rea­les o imaginarias, de la conciencia exterior; ya que una vez que sepan «YO SOY LA ÚNICA PRESENCIA TODOPODEROSA AC­TUANDO EN MI MENTE, MI CUERPO Y MI MUNDO», ya no po­drán ser afectados ni perturbados por ninguna asociación del mundo exterior. Deben saber que están enteramente in­munes de las molestias y perturbaciones de la mente de otros, no importa lo que traten de hacemos.
CUANDO EL INDIVIDUO SE DA CUENTA DE QUE SU PROPIO PEN­SAMIENTO Y SENTIMIENTO LE PUEDE PRODUCIR TODO LO QUE ÉL NE­CESITE, SE SENTIRÁ LIBRE DEL DESEO DE LAS RIQUEZAS Y TODO LO QUE EL MUNDO EXTERIOR PUEDA OFRECERLE.

Les aseguro que no existe un mundo «sobrenatural». En cuanto pisamos una esfera superior a ésta, aquella se hace tan real y verdadera como ésta. Es simplemente otro estado de conciencia. Para alegría de tus familiares te diré que de aquí a cien años habrá centenares de personas que podrán usar los rayos cósmicos para limpiar y conservar sus casas, y cuando ya no sientan la necesidad de seguir las modas crea­das por las ideas comercializadas, tejerán sus mantos «de un solo hilo y sin costuras» hechos con los rayos cósmicos.

Muchos estudiantes me preguntan cómo es que los maestros, con todos sus poderes creadores, prefieren vivir en habitaciones humildes. La explicación es sencilla. La mayor parte de sus actividades son en altas esferas, dirigiendo mag­nos rayos de Luz para la bendición de la humanidad desde sus hogares de Luz y Sabiduría tan bellos y trascendentes, como para hacerse invisibles a aquellos que aún ocupan cuerpos físicos. Si los estudiantes lograran comprender esto les evitaría mucha confusión y les quedaría más tiempo para usar en la actividad de la Gran Presencia «YO SOY».

Esto los llevará al estado trascendente que consume la ansiedad por las riquezas del mundo exterior, todas las cua­les no son sino basura en comparación al poder creador in­herente en todo individuo. Este puede traer a la manifesta­ción el poder trascendente a través del autocontrol y maes­tría. Yo te digo, amado estudiante, hijo del Dios Único: ¿No vale la pena usar tu más sincero esfuerzo cuando sabes que no puedes fallar? Empuña el cetro de tu Magno Poder Crea­dor y libérate para siempre de todas esas ataduras y limita­ciones que han torturado a la humanidad a través de las edades. Yo te aseguro que todo el que se empeña en adquirir el cetro y esta maestría recibirá toda la ayuda necesaria.

Aquel que tenga la comprensión de su habilidad creado­ra debe saber que él puede crear todo lo que se le antoje, no importa cuál la rata vibratoria, en la Luz, o en cualquier otra condensación que desee él mantener.

Tú sabes que tienes la habilidad de transferir tu pensa­miento de Caracas a New York en el mismo instante, lo mismo que cambiar tu pensamiento desde una condición de Luz a una condensación muy espesa, tal como el hierro. Esto te hará ver que lo que tú haces en cada momento cons­ciente y voluntariamente, puedes hacerlo con mucho más poder si fijas tu atención conscientemente manteniéndola en aquello que deseas manifestar.

El hecho de que tú no hayas precipitado aún de lo invisi­ble a lo visible es lo que produce esa duda que te molesta. Hasta el día en que manifiestes una sencilla precipitación, tu valor y confianza surgirán y en el futuro no tendrás in­conveniente en precipitar lo que quieras. LA ATENCIÓN ES EL CANAL POR MEDIO DEL CUAL LA MAGNA ENERGÍA ATRAÍDA FLUYE A SU REALIZACIÓN.

La humanidad, a través de las centurias, se ha formado estos muros de limitación. Ahora hay que derrumbarlos y consumirlos de cualquier manera que podamos. Al comien­zo se necesita determinación para lograrlo, pero cuando uno sabe que el Poder de «YO SOY» es el que está actuando, también sabe que no es posible fallar. En exterior sólo tiene que mantener la atención fija sobre el objeto que quiere ha­cer visible, se concentra, y de pronto lo encuentra plasmado y se asombra al constatar que ha vivido tanto tiempo sin ha­cer uso de este poder.

El largo del rayo que se desprende de la sustancia preci­pitada o condensación de Luz, es controlado por la concien­cia del que lo usa. Si esa conciencia se eleva muy alto el ful­gor es muy grande.

La «JOYA DE LUZ» está aún en su trascendente estado de perfección. La Joya es una sustancia condensada, tal como el diamante, esmeralda o rubí, pero, naturalmente, to­mará la condición del que la lleva. Si la rata vibratoria de este es baja, la joya o piedra perderá su brillo, mientras que si el pensamiento es trascendente, esta piedra se pondrá muy luminosa[1].

Cuando ya se es un estudiante sincero, que está alcan­zando la Luz, tiene que calificar todo lo que hay en su am­biente con la calidad de su Presencia «YO SOY», no impor­ta qué apariencia tenga.

SI EL TEMOR TE HACE CREER EN UNA PRESENCIA PERTURBADORA, TÚ ERES EL RESPONSABLE, YA QUE SI HUBIERE UNA PRESENCIA PER­TURBADORA Y TÚ LA CALIFICAS CON LA PRESENCIA «YO SOY», VE­RÁS CUÁN IMPOSIBLE SERÍA QUE ELLA TE PUDIERA PERTURBAR. NO HAY SINO UNA SOLA ENERGÍA ACTUANDO, Y EN EL PROPIO MOMENTO EN QUE TÚ RECONOCES EN ELLA LA PRESENCIA «YO SOY», TÚ HAS RECALIFICADO AQUELLA ACTIVIDAD CON PERFECCIÓN.

La expectativa es una poderosa conciencia calificadora. La expectativa intensa es una cosa estupenda; ella siempre manifiesta. El hombre, a través de las centurias, ha creado un velo que le oculta estas esferas trascendentes. Ahora, si él lo ha creado, entonces el sentido común y la razón le dicen que él puede disolver esa creación.

Una radiación poderosa ha salido hacia los estudiantes, radiación que será sostenida hasta que ellos reciban este tra­bajo que se ha dictado hoy. Pero transmitirles la sencillez, la facilidad y la seguridad con que puede ser materializada la idea, por medio del pensamiento y sentimiento creativos, es cosa que se debe meditar. Esto disolverá la acción de: «¿po­dré yo?», y en su lugar dirá «YO PUEDO» y «YO SOY». A toda afirmación y decreto agreguen que desean conservar la memoria de cada experiencia y resultados.

Si los estudiantes se mantienen, de tiempo en tiempo re­cibirán la iluminación que les dará toda la confianza nece­saria. MANTÉNGANSE ASIDOS A UNA IDEA Y SEPAN QUE CUALQUIER CONOCIMIENTO QUE NECESITEN LES VENDRÁ INSTANTÁNEAMENTE.

CUANDO PERMITES QUE TU ATENCIÓN SE FIJE EN ALGO, EN ESE MOMENTO LE ESTÁS DANDO EL PODER DE ACTUAR EN TU MUNDO, ES DECIR, QUE NO PUEDE EXISTIR UNA CUALIDAD O UNA APARIENCIA EN TU MUNDO SINO AQUELLA QUE TÚ MISMO LE DES.



[1] Toda joya representa una alta actividad de la Sustancia Divina. Cuan­to más intenso el fuego, mayor el Poder purificador. El oro no necesita de ningún otro elemento ni tampoco se adhiere a ninguno. Todos los metales y aleaciones se adhieren a él. Esto es porque el oro es un elemento puro.

En toda actividad en que actúe el fuego hay un momento en que la lla­ma se pone dorada. Toda consumación de sustancia es, en cierto momento, de color rojo. porque el rojo es el color de la liberación de impurezas.





    
                                                                                                                                                                

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