05/02/2013
Primera Lectura
2 Corintios 4, 7-15
Lectio
Hermanos: Llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que
se vea que esta fuerza tan extraordinaria proviene de Dios y no de nosotros
mismos. Por eso sufrimos toda clase de pruebas, pero no nos angustiamos. Nos
abruman las preocupaciones, pero no nos desesperamos. Nos vemos perseguidos,
pero no desamparados; derribados, pero no vencidos.
Llevamos siempre y por todas partes la muerte de Jesús en
nuestro cuerpo, para que en este mismo cuerpo se manifieste también la vida de
Jesús. Nuestra vida es un continuo estar expuestos a la muerte por causa de
Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
De modo que la muerte actúa en nosotros, y en ustedes, la vida.
Y como poseemos el mismo espíritu de fe que se expresa en
aquel texto de la Escritura: Creo, por eso hablo, también nosotros creemos y
por eso hablamos, sabiendo que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará
también a nosotros con Jesús y nos colocará a su lado con ustedes. Y todo esto
es para bien de ustedes de manera que, al extenderse la gracia a más y más
personas, se multiplique la acción de gracias para gloria de Dios.
Meditatio
En este texto, y a propósito de la fiesta que festejamos, el
apóstol nos habla de su ministerio y dentro de éste, quizás uno de los
elementos mas importantes, es el darnos cuenta de que, a pesar de nuestra
miseria, de nuestro pecado, de nuestra fragilidad, Dios nos ha confiado ser
portadores de la vida de la gracia. Esta gracia la recibimos desde el bautismo
y se incrementa en cada sacramento que recibimos, especialmente en cada
Eucaristía.
Este tesoro debe ser cuidado con afán, sobre todo, de la
insidia de este mundo y de la acción del Maligno que buscan robárnoslo y hacer
infructuosa en nosotros la gracia que Cristo nos ha dado. Es por ello que,
sabiendo de nuestra fragilidad, debemos cuidar con gran esmero nuestra gracia
santificante, alejándonos de todo aquello que pudiera ser la ocasión de alejarnos
de Dios. Las malas compañías, las lecturas indebidas, las películas indecentes
son elementos que golpean el barro de nuestra carne y, poco a poco, van creando
grandes rupturas internas por las cuales se escurre la vida de la gracia hasta
que se agota completamente en nosotros introduciéndonos en oscuridades y
miseria que puede llevarnos hasta la desesperación.
Por ello, es muy importante que estemos siempre vigilantes y
no permitamos que este tesoro maravilloso, que asegura nuestra participación en
la vida del Reino, nos sea arrebatado por el mundo y por todos los enemigos del
alma.
Oratio
Señor Dios, que nos has dado la dignidad de hijos tuyos por
medio del sacramento del bautismo y nos has hecho morada de tu Espíritu
Santificador, ayúdanos a ser dóciles a este mismo Espíritu y obedientes en el
seguimiento de tu Hijo, para que tu gracia no sea infecunda en nosotros, sino
que demos frutos abundantes, y merezcamos así, gozar de la vida que tienes
preparada para nosotros desde antes de la creación del mundo. Por Jesucristo
nuestro Señor. Amén.
Operatio
El día de hoy dedicaré unos minutos por la mañana, a
mediodía, por la tarde y antes de ir a dormir para dar gracias a Dios por
tantas cosas buenas que me ha dado en la vida.
El Evangelio de hoy
Lucas 9, 23-26
En aquel tiempo, Jesús le dijo a la multitud: "Si
alguno quiere acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de
cada día y me siga. Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la
perderá; pero el que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto, ¿de
qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo o se
destruye?
Por otra parte, si alguien se avergüenza de mí y de mi
doctrina, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga
revestido de su gloria y de la del Padre y de la gloria de los santos
ángeles".
Reflexión
Este pasaje de Jesús es rico por su contenido y porque pone
las bases del discipulado: "Negarse a sí mismo, tomar la cruz de cada día
y no avergonzarse de ser discípulo del Maestro". Quien toma en serio el
Evangelio y busca vivir conforme a él, lo primero que notará es que su
enseñanza muchas veces es contraria a lo que muchos de nuestros conocidos hacen
y piensan, es contrario a algunos de nuestros más profundos deseos y
aspiraciones. Es por ello que se dará cuenta que no se puede ser cristiano si
no se tiene todo por basura, como diría San Pablo, con tal de ganar a Cristo.
La conversión es un proceso paulatino en el que Cristo se va trasparentando en
la vida del hombre, por ello se corre el riesgo de, una vez comenzado,
avergonzarse y buscar ocultar el buen olor de Cristo a los demás por temor a
ser criticado o expulsado de los grupos sociales e incluso religiosos. Pero
estas son las condiciones para la santidad y para ser verdaderamente feliz en
el amor de Dios.
Te invito a meditar hoy en éstas palabras de Jesús.
Repítelas en tu corazón y ve que efecto producen en ti pues, ¿de qué le sirve
al hombre ganar el mundo, si no se realiza en él este plan amoroso de Dios?
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu
corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
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