4/09/2012
Primera Lectura
1 Corintios 2, 10-16
Lectio
Hermanos: El Espíritu conoce perfectamente todo, hasta lo
más profundo de Dios. En efecto, ¿quién conoce lo que hay en el hombre, sino el
espíritu del hombre, que está dentro de él? Del mismo modo, nadie conoce lo que
hay en Dios, sino el Espíritu de Dios. Nosotros no hemos recibido el espíritu
del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios, para que conozcamos las
gracias que Dios nos ha otorgado. De estas gracias hablamos, no con palabras
aprendidas de la sabiduría humana, sino aprendidas del Espíritu y con las
cuales expresamos realidades espirituales en términos espirituales.
El hombre, con su sola inteligencia, no puede comprender las
cosas del Espíritu de Dios, porque para él son una locura; no las puede
entender porque son cosas que sólo se comprenden a la luz del Espíritu. Pero el
hombre iluminado por el Espíritu puede juzgar correctamente todas las cosas, y
nadie que no tenga al Espíritu lo puede juzgar correctamente a él. Por eso dice
la Escritura: ¿Quién ha entendido el modo de pensar del Señor, como para que
pueda darle lecciones? Pues bien, nosotros poseemos el modo de pensar de
Cristo.
Meditatio
El profeta Isaías nos decía: "Porque mis pensamientos
(los de Dios) no son sus pensamientos ". Hoy san Pablo nos explica por
qué. Cuando el hombre es dirigido por el Espíritu, cuando el Espíritu es la luz
de su mente y de su corazón, ve y juzga todo de manera distinta, por ello es
que sus criterios y su manera de razonar es muchas veces diametralmente opuesta
a la del mundo; por lo tanto, muchas veces es incomprendido e incluso tenido
por "loco". Sólo con la luz del Espíritu somos capaces de ver este
mundo como Dios lo creó, y al mismo tiempo de descubrir la gran brecha que el
pecado ha ido creando entre este mundo pensado por Dios y el que hemos ido
construyendo. El hombre que ora diariamente notará cómo cada día las cosas, las
personas, y en general todo el mundo, se ve bajo una perspectiva diversa. Por
ello, el trato que tiene para con los hijos, el o la cónyuge, los empleados,
los compañeros, es diferente, es siempre positivo, alegre. No hay problema que
no tenga solución, ni dificultad que no se pueda superar.
Oratio
Espíritu Santo, ya que me conoces y que soy patente ante ti,
muéstrame qué hay en mí que aún no es como Jesús pide y qué cosas has
transformado hasta ahora, para esforzarme en cambiar aquellas y seguir firme en
éstas.
Mi más grande anhelo, Espíritu Divino, es ser como Jesús,
moldéame con tus inspiraciones y mociones para que cada día lo refleje más.
Operatio
Hoy me daré más tiempo en mi oración personal y haré un
análisis de cómo, poco a poco, he ido adquiriendo el modo de pensar de Cristo y
en qué partes de mi vida aún no.
4/09/2012
El Evangelio de hoy
Lucas 4, 31-37
En aquel tiempo, Jesús fue a Cafarnaúm, ciudad de Galilea, y
los sábados enseñaba a la gente. Todos estaban asombrados de sus enseñanzas,
porque hablaba con autoridad.
Había en la sinagoga un hombre que tenía un demonio inmundo
y se puso a gritar muy fuerte: "¡Déjanos! ¿Por qué te metes con nosotros,
Jesús nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Sé que tú eres el Santo de
Dios".
Pero Jesús le ordenó: "Cállate y sal de ese
hombre". Entonces el demonio tiró al hombre por tierra, en medio de la
gente, y salió de él sin hacerle daño. Todos se espantaron y se decían unos a
otros: "¿Qué tendrá su palabra? Porque da órdenes con autoridad y fuerza a
los espíritus inmundos y estos se salen". Y su fama se extendió por todos
los lugares de la región.
Reflexión
Una de las estrategias más astutas del demonio, y que usa
con gran habilidad sobre todo en nuestros días, es hacernos creer que no existe.
Hoy se busca explicar muchos de los efectos que el demonio produce en el hombre
por medio de la psicología y otras ciencias afines. Sin embargo, el demonio es
una realidad que atenta contra nuestra vida eterna y contra nuestra felicidad.
El juego de la OUIJA, la LECTURA DE LAS CARTAS, consultar ADIVINOS, poner
nuestra confianza en el HORÓSCOPO, no son juegos; abren la puerta para que
Satanás pueda operar con mayor facilidad en la vida del hombre y destruirlo. No
abramos nuestras puertas a lo que puede destruir nuestra felicidad en esta vida
y en la otra. Dirige tu vida a Dios y él te dará la felicidad que estás
buscando. Sólo Él tiene la Vida. Ora, lee la Sagrada Escritura, busca vivir en
gracia y serás feliz.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu
corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
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