7 – LA LEY DEL PERDÓN
Es una ley mental inquebrantable que uno tiene que perdonara otros si quiere superar las dificultades y lograr un verdadero progresoespiritual.
Quizás la impotencia vital del perdón no sea obvia a primeravista, pero puede estar seguro de que no es simple coincidencia que todo granmaestro espiritual , comenzando por Jesucristo, haya insistido tan enérgicamenteen el perdón.
Debe perdonar las injurias, pero no sólo de palabra, o comouna cuestión formal, sino sinceramente, de corazón ,así es. Usted no perdonapor el bien de otra persona, sino por su propio bien. Para esa persona el perdónno significará gran cosa, ( a menos que fije una serie de valores a partir delperdón) pero para usted tendrá una gran significación . El resentimiento, lacondena, la ira, el deseo de ver a alguien castigado, son cosas que corrompensu alma, por muy astutamente que usted disimule esos sentimientos. Como esascosas tienen un contenido emocional, más vigoroso de lo que cualquierasospecharía, le afianzan sus problemas, los remachan. Lo encadenan a muchosotros problemas que en realidad no tienen nada que ver con los agravios originales.
Perdonar no significa que usted debe simpatizar con eldelincuente o que quiere conocerlo, sino que usted debe desearle el bien.Usted, por supuesto, no debe convertirse en una alfombra que todo el mundopisa.
Usted, por supuesto, no debe permitir imposiciones o maltratos.Debe librar sus propias batallas, y librarlas con oraciones, justicia y buenavoluntad. No importa que usted pueda olvidar la injuria o no, aunque si usteddeja de pensar en ella probablemente la olvide, pero debe perdonar.
¿TIENE USTED UN DIOS DE BOLSILLO?
La Biblia nos enseña que “ Dios es espíritu y los que leadoran han de adorarle en Espíritu y en Verdad”. Eso, por supuesto, significaque Dios es todo perfección y que El no hace distinción de personas. Dios nofavorece a una persona en menoscabo de otra, ni ayuda jamás a una persona acosta de otra.
Dios simplemente puede darnos todo lo que necesitamos sintomárselo a otro.
Dios siempre puede darnos todo lo que necesitamos sin tomárseloa otro. En realidad, el propio deseo de tomar algo que en justicia pertenece aotro , es un grave pecado, y lo condena el mandamiento “no envidiarás” . Siusted ve que alguien tiene algo que a usted le gustaría tener, alégrese de queesa persona lo tenga. Piense “ Estoy en contacto con la fuente de eso, y Dios puededarme algo tan bueno o mejor”.
Las personas irreflexivas a menudo tratan, como si sepudiera, de utilizar a Dios , sin comprender, por supuesto, lo absurdo de esaidea. Intentan que su religión haga lo que ellos quieren. Tratan de utilizar laVerdad Espiritual a su conveniencia, en vez de ajustarse a las Leyes del Ser.Pretenden que Dios quiere lo que ellos quieren, y que El lo quiere de la maneraque ellos prefieren. Con mucha frecuencia , claro, pretenden que Dios quieraque otras personas hagan cosas para complacerlos. Esos individuos no adoran alVerdadero Dios.
Todo lo que tienen es un Dios de bolsillo, adiestrado pararesponder a sus deseos. Este ídolo pagano no puede dar mucho más quesufrimiento e infelicidad.
Adorar al verdadero Dios y poner nuestras vidas enconsonancia con la Suya es el único camino hacia la libertad, la salud y laarmonía.
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