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miércoles, 23 de noviembre de 2011

GRANDES LEYES MENTALES ( LA LEY DE LA ACTIVIDAD SUBCONSCIENTE y LA LEY DE LA PRÁCTICA )

LA LEY DE LA ACTIVIDAD SUBCONSCIENTE

No bien el subconsciente acepta cualquier idea, de inmediatotrata de llevarla a cabo. Utiliza todos sus recursos ( los cuales son muchomayores de lo que se suele suponer) para ese fin. Utiliza todo ápice de conocimientoque uno haya acumulado, la mayor parte del cual se ha olvidado por completo,para conseguir su propósito. Moviliza los numerosos poderes mentales que unoposee, la mayoría de los cuales uno nunca emplea conscientemente. Aprovecha laenergía ilimitada de la mente. Alinea todas las leyes de la naturaleza a medidaque operan tanto dentro como fuera de usted, para obtener lo que persigue.

A veces consigue inmediatamente su objetivo. A veces le tomaun poco más de tiempo, otras veces, mucho tiempo, dependiendo de las dificultadesque hay que superar. Pero si el objetivo no es completamente imposible, elsubconsciente lo logrará, una vez que acepte la idea.

La ley se cumple tanto con las ideas buenas como con lasideas malas. Esta ley, cuando se utiliza negativamente, provoca enfermedades,problemas y fracasos, cuando se utiliza positivamente, genera salud, libertad yéxito. La Biblia no dice que la armonía es inevitable no importa lo que hagamos– eso es una simpleza – , enseña que la armonía es inevitable cuando nuestrospensamientos son positivos, constructivos y generosos.

De esto se desprende que lo único que hay que hacer esconseguir que el subconsciente acepte la idea que queremos reproducir, y lasleyes de la naturaleza harán el resto: producirán un cuerpo sano, las circunstanciasarmoniosas, la carrera exitosa. Nosotros damos las órdenes, el subconscientehace el trabajo.

LA LEY DE LA PRÁCTICA

La práctica conduce a la perfección. Ese familiar proverbioencierra una de las grandes leyes de la naturaleza humana, la cual – como esuna ley – nunca , bajo ninguna circunstancia, se viola.

Para ser hábil en cualquier campo, es preciso practicar.Sencillamente, no hay logro sin práctica, y mientras más se practique, siempreque se haga inteligentemente, mayor será la pericia y más pronto se obtendrá.Eso se cumple en el estudio de la música, de un idioma, cuando se aprende anadar, a patinar, a esquiar, o a volar.

Se cumple en todo aspecto imaginable de la actividad humana.La práctica es el precio de la pericia.

En la vida comercial, y en cualquier clase de administracióno dirección ,la experiencia es la forma que adquiere la práctica, una vez máses la práctica la que conduce a la perfección. De ahí que, si otros aspectos soniguales, se suele escoger a una persona mayor para puesto de responsabilidad yno a una persona más joven.

En la metafísica, los efectos de esta ley sonparticularmente impresionantes. El control del pensamiento es, por completo,cuestión de práctica inteligente. Y la verdadera religión puede muy bienresumirse como la Práctica de la Presencia de Dios. Pero observen que he dichouna práctica inteligente. Forzar algo con violencia no es práctica inteligente,al igual que no lo es la lentitud monótona.

La práctica es el secreto del logro. Podemos parodiar aDanton y decir: ¡ Práctica! ¡Y más práctica! ¡ Y todavía más práctica!

“Poned la palabra en práctica, y no os contentéis sólo conoirla”. Santiago 1|22.

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