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martes, 22 de noviembre de 2011

GRANDES LEYES MENTALES ( LA LEY DE LA SUSTITUCIÓN y LA LEY DE LA RELAJACIÓN )

GRANDES LEYES MENTALES

1 – LA LEY DE LA SUSTITUCIÓN

Hay grandes leyes que gobiernan todo pensamiento , del mismomodo que hay leyes fundamentales en la química, la física y en la mecánica, porejemplo.
Sabemos que el control del pensamiento es la Clave delDestino, y para aprender a controlar el pensamiento tenemos que conocer ycomprender esas leyes, de la misma manera que el químico debe comprender las leyesde la química y el electricista debe conocer las leyes de la electricidad.

Una de las grandes leyes mentales es la Ley de laSustitución. Esa ley significa que la única manera de librarse de ciertopensamiento es sustituirlo por otro.

No se puede descartar directamente unpensamiento. Eso sólo se puede hacer sustituyéndolo por otro. En el planofísico no ocurre así. Se puede dejar caer un libro o una piedra abriendosencillamente la mano y soltando el objeto, pero en el pensamiento negativo, laúnica forma de conseguirlo consiste en pensar en algo positivo y constructivo.Es como si, digamos, para dejar caer un lápiz, fuera necesario poner una pluma,un libro o una piedra en su mano cuando el lápiz caiga.

Si yo le digo: “No piense en la Estatua de la Libertad”,usted, por supuesto, piensa inmediatamente en ella. Si usted dice: “ No voy apensar en la estatua de la Libertad”, está pensando en ella. Pero tras pensaren la estatua, si usted se interesa por otra cosa, digamos, encendiendo laradio, se olvida de la Estatua de la Libertad. Ese es el caso de unasustitución.

Cuando lo invaden pensamientos negativos,no los combata,sino piense en algo positivo. Piense preferiblemente en Dios, pero si en esemomento eso le resulta difícil, piense en alguna idea positiva o constructiva,y entonces el pensamiento negativo se disipa.

A veces sucede que pensamientos negativos parecen asediarlocon tanta fuerza que no puede superarlos. Es lo que se llama un acceso de depresión,o de preocupación, o tal vez hasta un arranque de cólera. En ese caso, lo mejores buscar a alguien con quien hablar de cualquier tema, o ir al cine, o alteatro, o leer un libro interesante, una buena novela, una biografía o unacrónica de viajes, algo así. Si se sienta a combatir la marea negativa, elúnico resultado que obtendrá probablemente sea el de incrementarla.

Preste atención a algo muy distinto , negándoseresueltamente a pensar en la dificultad oa recrearla, y más tarde, después deque se haya alejado completamente del problema, puede regresar con confianza yafrontarla mediante un tratamiento espiritual. “Pero yo os digo, No resistáisal que es malo”.Mateo 5 39.

2 – LA LEY DE LA RELAJACIÓN

Otra de las grandes leyes mentales es la Ley de laRelajación. En todo trabajo mental , el esfuerzo se derrota a sí mismo.Mientras más esfuerzo realice, menos resultados obtendrá. Esto, claro , es elopuesto de lo que encontramos en el plano físico, pero no nos sorprenderáporque sabemos que, en muchos casos, las leyes de la mente son el reverso delas leyes de la materia.

En el plano físico, generalmente mientras más esfuerzo serealiza , mayor es el resultado. Mientras mayor sea la fuerza que se aplica aun taladro, con mayor rapidez atravesará una plancha. Mientras mayor sea lafuerza con que se martilla un clavo, con mayor rapidez penetrará en la pared.Mientras mayor sea la fuerza con que se cava, más rápido se abrirá una zanja.Sin embargo, exactamente lo opuesto ocurre con el pensamiento.

Cualquier intento de presión mental está condenado deantemano al fracaso porque en el momento en que comienza la tensión, la mentedeja de funcionar con creatividad y se limita a trabajar según el viejo molde habitual.Cuando uno trata de forzar las cosas mentalmente, cuando uno trata deapresurarse mentalmente, sencillamente detiene su poder creador. Para que lamente vuelva a ser creativa, hay que suprimir su tensión mediante unrelajamiento consciente.

En todo trabajo mental, sea relajado, apacible, y no seapresure, pues el esfuerzo se derrota a sí mismo.

“La quietud y la confianza serán vuestra fuerza”. Isaías30..15.

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