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domingo, 23 de octubre de 2011

EL LIBRO DE ORO DE SAINT GERMAIN ( CAPITULO XXII )


CAPITULO XXII

EL ESTUDIANTE debe comprender que lo que se llama el «plano psíquico» no tiene que ver en nada con la espiritualidad. Es únicamente una fa­cultad humana que puede ser puesta en juego por aquellos seres humanos que le presten suficiente atención. Pero es de advertir que aquel que desee entrar al plano psíquico sólo, consciente o inconscientemente, es mejor que no hubiera venido a esta encarnación, pues la fascinación de los fenó­menos psíquicos es tan impregnante que todo aquel que se ancla en el plano psíquico no se liberta en esa encarnación; más bien puede que necesite varias encarnaciones para li­bertarse.

En todo nivel de conciencia hay un fragmento de verdad no reconocida, pues si no la hubiera, no le sería posible sos­tenerse (sólo la verdad es eterna; la mentira existe, es posi­ble, pero transitoria). Debes comprender que en todas las cosas, en toda actividad hay más o menos energía divina en acción, mal usada, tal vez, pero sin embargo en acción.

El estudiante sincero no prestará atención a los fenóme­nos psíquicos de evidencia o audiencia y debe comprender que él debe atravesar directamente, por el poder de su vo­luntad interior (la llama azul), y su determinación y entrar al cinturón electrónico donde se expresa únicamente la Ver­dad.
Amado estudiante, mientras explico lo siguiente, que es necesario, quiero que tomes la resolución de no sentir temor alguno.

Dentro del pensar y sentir del nivel psíquico actúa lo que se conoce como «la fuerza siniestra», en este mundo. Algunas veces, almas que han alcanzado espléndidos logros interiores, no comprendiendo la realidad de lo que estoy mencionando, han permitido que su atención se detenga o sea atraída a este nivel por el hecho de que se les ha desper­tado prematuramente una de estas facultades y por razón de que una semblanza de la verdad les ha sido presentada y su­ficientes fenómenos como para sostenerles la atención. Des­pués que la atención se fija, todos encuentran que la sem­blanza de la verdad desaparece.

Uno de los atributos más fascinantes de este plano, es el de las falsas profecías, las cuales hacen que el individuo haga otras más audaces aún. De cuando en cuando se cum­ple alguna para mantener la atención más fuertemente. Jun­to con esto hay una sustancia que es introducida en el cere­bro (no puedo explicarles más ahora), lo que hace imposible que el maestro interfiera para ayudar, porque implicaría ac­tuar contra el libre albedrío del sujeto, quien ha aceptado la situación. Hay algunos casos en los que el sujeto ha com­prendido el error antes que se haga demasiado tarde, y ante su intensa llamada para ser libertado, uno de los Hermanos ha sido enviado para ese fin.
Ocasionalmente, hay alguien que por su gran pureza pasa a través de este plano sin conocerlo o contactarlo. Este individuo es realmente muy afortunado. Las fuerzas en este plano trabajan directamente sobre la naturaleza sensorial y sobre las pasiones del individuo porque es más fácil llegar allí. Aquellos seres que han perdido el poder controlador (dominio) de su pasión —ira o sexo— se han enredado en el estrado psíquico del pensamiento y sentimiento y han abier­to así las puertas de sus bellos y maravillosos Templos de Dios.

A través de estas puertas abiertas, penetran las fuerzas de estrado psíquico intensificando sus pasiones hasta una con­dición incontrolable. Mejor hubiera sido que el individuo pisara una serpiente de cascabel. Una vez enredado en esta esfera psíquica, muy a menudo quedan atados por muchas encarnaciones. ¿Por qué es esto? Porque hacen grabaciones en sus mundos mentales, de las cuales no saben liberarse. Por consiguiente, estas almas nacen de nuevo con iguales tendencias hasta después del segundo y tercer nacimiento. Son las criaturas depravadas que se pueden encontrar a don­de quiera que uno va.

A veces la influencia es lo suficiente maliciosa para ocultarse del mundo exterior durante mucho tiempo, efec­tuando su obra nefasta en secreto, y aquí está la más lasti­mosa parte de esta situación, que aparenta ser oculta, pero que no lo está.

En los altos planos hay grandes y bellas almas que vo­luntariamente bajan a este plano para ayudar a través de sus radiaciones y desligar a la humanidad. Hay voluntarios mas­culinos y femeninos, pero la mayoría son femeninos.

Hay bellas almas encarnadas en cuerpos femeninos que se unen en matrimonio exterior con un alma masculina que se encuentra enmarañada en esa condición psíquica, para li­bertarlos.

Si un individuo llega al punto de casarse en boda huma­na y llama al Dios Interior, y le dice: «Si esta boda tiene por base un deseo pasional, que no se efectúe», gran dolor y tor­tura puede evitarse así.

Y ahora la verdad de todo esto. Aquellos que por sus propios esfuerzos o por la instrucción que reciben llegan a comprender exactamente lo que significa «La Magna Pre­sencia YO SOY», o sea, el verdadero Ser de cada uno, si ellos se aferran a esta verdad nunca más podrán ser arrastra­dos a estas discordias mencionadas, a menos que sea por su propia voluntad llegando a mayores planos de actividad, donde ellos saben exactamente lo que están haciendo.

En los períodos de guerra se abre la puerta más fácilmen­te al plano psíquico. 

Por esto es que se ha observado que después de las guerras hay una mayor manifestación de pa­siones incontroladas que en cualquier otro momento.

Este conocimiento no debe causarle a nadie un temor es­pecial al estrado psíquico. Si los estudiantes se encuentran en un momento dado conscientes de estar atravesándolo, deben instantáneamente hacer conciencia: «YO SOY la Presencia Maestra controladora y siempre victoriosa», e ins­tantáneamente se encontrarán con toda la fuerza necesaria para enfrentarse a las apariencias y atravesarlas serenamente sin temor.

Jesús sugirió que esta explicación le fuera dada a todos los estudiantes en cuanto entraran a la Radiación Triple, la que significa precisamente esta actuación, esta práctica de la presencia «YO SOY», del Padre, Hijo y Espíritu Santo o la Llama Triple.

Astrología: Una de las cosas más tristes que tengo que decirte es que muchos de aquellos que tratan de hacer ho­róscopos están inconscientemente ligándose a la red psíqui­ca, se están haciendo sensitivos y voceros de las condiciones adversas, que existen sólo en el plano mencionado.

Esta es una de las actividades más lamentables, porque el ser está tan inconsciente de que se ha abierto a una creencia que lo envuelve hasta el punto de que ningún argumento ni razonamiento le cambiará sus convicciones. En los pasados veinte años (esto fue escrito en 1932), la astrología ha sido usada para este propósito más que cualquier otra cosa.

Muchas veces el pensamiento o radiación del plano psí­quico dice a través de la Astrología que ciertas condiciones se manifestarán para el individuo y que no podrán ser evitadas. Si no está dicho en palabras, se hará sentir. Esta es una de las razones que hicieron ocurrir el cataclismo de Atlántida y es porque los atlantes se negaron a escuchar la voz de los Maestros de Sabiduría que los alertaba.

Yo comprendo, amado estudiante, que si te interesan los horóscopos, puedes pensar que soy severo, pero no es así. Mi amor por ti es lo suficientemente grande para decirte la verdad pura. Si no puedes creerla, tendrás que continuar tu propio camino, ya que eres un ser con libre albedrío, al cual no tengo deseos de atacar, excepto para decirte que tengo el privilegio de señalarte el camino.

Aquellos que se atengan tenazmente a su Presencia «YO SOY», no tendrán por qué temer jamás ninguna de las cosas que les he referido, porque la Presencia «YO SOY» los co­rregirá, los mantendrá firmes en el sendero verdadero de la luz, remontando la escala de oro, con pasos definidos, preci­sos, hasta lograr su dominio pleno y perfecto.

Te aseguro, amado, que mi corazón sangra por aquellos que están esclavizados por la Astrología, pues están tan cie­gos al espinoso camino que pisan que cuando la agonía de estas heridas sea insoportable será cuando ellos clamarán al cielo, y con todo su ser rogarán: «iOh, Dios, enséñame el ca­mino verdadero!».

Amado estudiante que con tanto empeño buscas la luz, debes saber que no hay sino una Presencia que es tu inven­cible Protección, y ésta es la Gran Presencia «YO SOY», Dios en ti.

No dejes que tu atención sea distraída por estas manifes­taciones exteriores, Astrología, Numerología, Espiritismo o alguna otra cosa que te quite tu atención de la Magna Pre­sencia «YO SOY» que es tu Ser Real.

Si te vuelves a El, en todo momento. El te guiará en el Sendero de luz, con esa quietud que te permitirá entrar al Gran Silencio en la Paz que sobrepasa toda comprensión y donde encontrarás la más grande de toda actividad de Dios, la Presencia «YO SOY».

Amado, no puedes servir a dos amos a la vez y ganar vic­torias más adelante. Como tienes libre albedrío, debes elegir. Si escoges lo externo, olvidando la invencible Presencia «YO SOY», entonces, aunque mi amor te seguirá envol­viendo en su gran manto de protección, tendremos que es­perar hasta que tú mismo escojas regresar al Dios único.

Si escoges tu Presencia «YO SOY» y permaneces con ella, tus luchas terminaran pronto. Te encontrarás circulan­do en esa esfera de Paz, armonía y perfección, desde donde observarás al mundo exterior con gran compasión, pero nunca con lástima humana, que ahoga vuestro propio creci­miento.

Esto nos recuerda el antiguo dicho: «Buscad el Reino de los Cielos y todo lo externo te será dado por añadidura». Ese Reino de los Cielos es la Gran Presencia «YO SOY», tu única realidad que es el dueño y dador de todas las cosas creadas y manifestadas.

¿No es extraño, amado discípulo, que se pueda marchar tanto tiempo en la discordia y la limitación cuando en todo momento la Presencia Maestra de la Luz, la Presencia «YO SOY», camina a nuestro lado, esperando que nos volvamos hacia Ella y recibamos sus radiantes y gloriosas bendiciones de perfección en todas nuestras manifestaciones exteriores? Tal es tu privilegio, amado.

Aunque yo lamento que algunos no sientan aún la ver­dadera importancia de su Presencia «YO SOY», y que toda­vía buscan las cosas externas, yo continúo esperando, envol­viéndolos en mi amor, porque ellos tienen libre albedrío. Tal vez yo sea un poco anticuado, pero cuando veo indivi­duos tan buenos y tan correctos, quisiera mantenerlos abra­zados a mí, hasta que sientan la Presencia «YO SOY» en ellos. Pero esto no me es permitido, pues sé muy bien que todo el que siente el deseo de asirse a lo externo, debe hacer­lo hasta que ya no sienta más el deseo.

Los estudiantes tienen que comprender que no pueden dividir la atención entre lo externo y la Presencia «YO SOY», porque ello es «la casa dividida contra ella misma» y que tiene que caer, tarde o temprano.

Toda grandeza depende de la Presencia «YO SOY». En Ella está toda la fuerza, el valor y el poder. Ella debe ser el gobierno de la forma. Si estos benditos pudieran tan sólo realizar que gran privilegio está a su alcance, en poquísimo tiempo estarán librados de toda limitación.

La Verdad de este dictado

La situación es la siguiente: cuando los estudiantes pre­guntan si a ellos les es permitido presenciar estas comunica­ciones, tienen el derecho de saber lo que implica este tipo de trabajo. Es muy poco usual, debes saberlo.

Mientras el estudiante no sabe que el Dios Único está vi­viendo en su interior, que es, siempre ha sido, y siempre será perfecto, su mente y su cuerpo están en un estado de desajuste. La estructura atómica es un instrumento mecáni­co cuyas innumerables partes deben trabajar en armonía y perfecta cooperación las unas con las otras. Los estudiantes no comprenden que cuando una labor específica tiene que ser hecha, tiene que haber una preparación definida.

El ajuste necesario del cuerpo y el cerebro del estudiante toma semanas, meses o años, dependiendo de las necesida­des del individuo.

Jamás en la historia de la preparación del estudiante se le ha permitido entrar al círculo electrónico interior del Maestro. A los estudiantes se les enseña la aplicación, pero nunca se acercan al círculo electrónico del Maestro.

Treinta años han sido necesarios para preparar el círculo electrónico para este trabajo de dictado. No importa cuan bella sea la radiación y el amor del individuo, nosotros no tenemos el tiempo con qué prepararlo y ajustar la estructura atómica del cerebro y el cuerpo de los estudiantes en este período de crisis mundial. Sin embargo, con su sincera de­terminación y el uso de la Presencia «YO SOY», se prepa­ran para la Presencia de la Hueste Ascendida.
Por ejemplo, supongamos que hay una persona que está dotada por su naturaleza del talento para las conferencias públicas; si es que lo van a asistir los Maestros Ascendidos, el conferencista es preparado durante veinte minutos, media hora antes, encerrado en un tubo de luz en el cual no entra nada sino la radiación del Maestro Inspirador.







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