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jueves, 22 de septiembre de 2011

CHRISTIAN ROSENKREUTZ


CHRISTIAN ROSENKREUTZ


Nació en el año 1378, murió en el año 1484.
Alemán, noble, huérfano, fue educado en un Monasterio donde aprendió el latín y el griego.


La religión de Cristo estaba siendo muy mal entendida y pésimamente enseñada. Evidentemente el Adepto venía a enderezar esa carga. A los 17 años se fue del monasterio en compañía de un frater y viajaron a Damasco, a Jerusalén, a Arabia, a Egipto, a Marruecos y a España.


A la gran pena de Christian, su frater murió en Chipre. Sin embargo resolvió continuar viaje solo. Llegando a Damasco se enteró de un círculo secreto de teósofos que habitaban la ciudad de Damcar. Se encaminó hacia ésta dirigido por ciertos árabes. Llegó el día en que cumplía 16 años. Fue recibido graciosamente y le fue anunciado que hacía tiempo que se le estaba esperando. 


Para comprobarlo, los hermanos le refirieron varias escenas de su vida. Eran expertos en las artes mágicas y el joven decidió permanecer con ellos.


Procedieron de inmediato a iniciarlo en ciencias ocultas. Aprendió el idioma árabe y tradujo el libro “M” al latín. Después de tres años de instrucción mística y de acuerdo con las instrucciones de los hermanos, dejó la ciudad misteriosa y se trasladó primero a Egipto y luego a Fez. Allí se conectó con otros Maestros que le enseñaron la mejor forma de invocar a los espíritus elementales. 


Terminado su período iniciático en Fez, a los dos años se trasladó a España donde intentó convencer a los doctos del error en que se hallaban, pero los eruditos se rieron de él y le participaron que ellos habían aprendido las “artes negras” con un Maestro muy superior a él, o sea con el propio Satanás en la Universidad de Salamanca.


Lleno de noble indignación se sacudió el polvo de España y fue a otros países donde, lamentablemente, encontró el mismo trato. Al fin se refugió en su país de origen y permaneció allí recluido en la soledad, escribiendo.


Después de cinco años de una vida de ermitaño resolvió que el que ha logrado alcanzar la trasmutación de los metales y la manufactura del elixir de vida, sin duda estaba destinado a un más noble propósito que el de rumiar en la soledad. 


Por lo menos esas eran las opiniones de los que lo rodeaban. No sabemos las disposiciones de la Jerarquía Cósmica que lo dirigía.


Poco a poco reunió en su contorno los miembros que iban a formar la Orden Rosacruz. Cuando el número llegó a cuatro hermanos, inventaron un lenguaje mágico y un diccionario colmado de la Sabiduría Oculta y titulado TODO LO QUE EL HOMBRE PUEDA DESEAR, PEDIR Y ESPERAR. Tradujo al latín la sabiduría de Salomón, de Moisés y de Enoch y fundó la primera de las Sociedades de la Rosa Cruz, que fue llamada LA CASA DE SANCTUS SPIRITUS.


Cuando ya eran ocho hermanos decidió separarlos para que recorrieran mundo fundando Capítulos de la Orden en ocho diferentes países. Convinieron en que la Orden debería permanecer secreta durante cien años.


A su tiempo C.R.C. murió y fue sepultado en una de las casas secretas de la Orden. Los miembros originales desaparecieron y no fue hasta la tercera generación de sucesores que, durante unas reparaciones, apareció la tumba en una cripta oculta. Estaba inscrita con caracteres mágicos, y según la historia de la Orden, “Iluminada con el Sol de los Magos”.


El cuerpo se encontraba en perfecto estado de conservación, como ocurre con todo iluminado cuyas células limpias se llenan de luz, y por lo tanto no pueden corromperse. En el sarcófago había documentos de gran valor para la Orden, y que esclarecían las confusiones que estaban molestando a los diferentes capítulos, los cuales alegaban que el tal Christian Rosenkreutz era seguramente un impostor o un símbolo, ya que cada Capítulo se consideraba la Casa Original. Uno de los documentos disponía la divulgación de los propósitos de la Orden por medio de una circular invitando a la iniciación a toda persona preparada y sincera.


En el año 1614 los filósofos y alquimistas del pueblo de Cassel en Alemania, fueron sorprendidos por la publicación de un panfleto circular que llevaba el título de FAMA FRATERNITATES, u opinión fraternal de la Meritoria Orden de la Rosa Cruz, dirigida a los eruditos en general y a los cabezas de Gobierno en Europa.


Era un mensaje de algunos Adeptos anónimos profundamente perturbados por la condición de la humanidad, y que ansiaban su regeneración y su perfeccionamiento. Proponía que todos los hombres sinceros se unieran para establecer una síntesis científica para encontrar el sistema perfecto para el desarrollo de las “artes” (ocultas). Abogaba por la terminación de todas las discordias y conflictos entre los intelectuales de la época, y también la disolución de las autoridades con sus teorías anticuadas. Hacía hincapié sobre el hecho de que, así como la religión había sido reformada y aseada, igual destino le correspondía ahora a la ciencia. Proponía que todo esto fuera dirigido por una Hermandad de Iluminados, Hijos de la Luz, quienes habían sido iniciados en los misterios del Oriente por un alto miembro de la Jerarquía de Adeptos, y estaban capacitados para llevar la Era a su Perfección. Esta circular tuvo siete ediciones en tres años.


Christian Rosenkreutz trabajó con los alquimistas por el mismo espíritu que repudia la religión ortodoxa, que huyen de los dogmas y la esclavitud, y viene a implantar la libertad de los Hijos de Dios en alguna forma nueva.


Los hermanos de la Orden Rosa Cruz admitían que el espíritu del fundador estuvo en continuas existencias físicas, tomando un cuerpo nuevo cada vez que sus vehículos habían perdido utilidad, o para cambiar el campo de sus actividades, lo cual concuerda con la comunicación del Maestro Saint Germain respecto a su ocupación de más de cuarenta “Cuerpos Prestados”.

Extraido del Libro de Metafisica 4 en 1 Vol. 1 de Conny Méndez


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