8/10/2012
Primera Lectura
Gálatas 1, 6-12
Lectio
Hermanos: Me extraña mucho que tan fácilmente hayan
abandonado ustedes a Dios Padre, quien los llamó a vivir en la gracia de Cristo
y que sigan otro Evangelio. No es que exista otro Evangelio; lo que pasa es que
hay algunos que los perturban a ustedes, tratando de cambiar el Evangelio de
Cristo.
Pero, sépanlo bien: si alguien, yo mismo o un ángel enviado
del cielo, les predicara un Evangelio distinto del que les hemos predicado, que
sea maldito. Se lo acabo de decir, pero se lo repito: si alguno les predica un
Evangelio distinto del que ustedes han recibido, que sea maldito.
¿A quién creen que trato de agradar con lo que acabo de
decir? ¿A Dios o a los hombres? ¿Acaso es ésta la manera de congraciarse con
los hombres? Si estuviera buscando agradarles a ustedes no sería servidor de
Cristo.
Quiero que sepan, hermanos, que el Evangelio predicado por
mí no es un invento humano, pues no lo he recibido ni aprendido de hombre
alguno, sino por revelación de Jesucristo.
Meditatio
San Pablo en esta carta busca resolver uno de los problemas
más fuertes por los que pasó la Iglesia apostólica: el de los llamados
"Judaizantes", los cuales buscan establecer un cristianismo basado en
la práctica ritualista de la ley de Moisés. De manera que la salvación no se
recibía gratuitamente por la fe en Cristo, sino por el cumplimiento de las
prescripciones de la ley estipuladas principalmente en los 820 cánones o leyes
enumeradas en el Pentateuco. Esta carta, como lo iremos viendo, es muy
iluminadora pues nuestro problema hoy no es la aceptación o rechazo de las
prácticas judías en nuestra fe, sino la búsqueda de un cristianismo cómodo y
muy a nuestra medida. Algunas de las corrientes filosóficas y teológicas que
hoy se mueven en nuestras comunidades, empujan con muchísima fuerza hacia un
cristianismo como el de los Judaizantes: un cristianismo ritualista, sin
compromisos sociales y sin radicalidad en la vivencia del Evangelio.
Por ello, quien busca la vida del Evangelio, como la
anunciaron los primeros discípulos del Señor, decidirá dejar bien claro, como
san Pablo, que no hay otro tipo de Evangelio y anunciarles la radicalidad
anunciada por Cristo.
Yo por mi parte les digo: Si alguien les anuncia un Evangelio
distinto, privado de compromiso, angelista y sin cruz, ese tal, no es de los de
Cristo.
Oratio
Señor, he recibido la Buena Nueva del Reino de los Cielos,
me ha sido anunciada por la Iglesia que fundaste; yo lo he aceptado como el
gran don durante mi paso en este mundo y como la esperanza del mundo futuro.
Guarda con tu Santo Espíritu, esa palabra que me ha sido dada y dame el
privilegio de poder anunciarla adecuada y fielmente a todos los que me rodean y
aún a gente que no conozco.
Operatio
Hoy buscaré a alguna persona que necesite consuelo y ánimo y
le hablaré con sencillez de mi fe.
El Evangelio de hoy
Lucas 10, 25-37
En aquel tiempo, se presentó ante Jesús un doctor de la ley
para ponerlo a prueba y le preguntó: "Maestro, ¿qué debo hacer para
conseguir la vida eterna?" Jesús le dijo: "¿Qué es lo que está
escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?" El doctor de la ley contestó:
"Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas
tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo". Jesús le
dijo: "Has contestado bien; si haces eso, vivirás".
El doctor de la ley, para justificarse, le preguntó a Jesús:
"¿Y quién es mi prójimo?" Jesús le dijo: "Un hombre que bajaba
por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales
lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo
camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un
levita que pasó por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba
de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con
aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a un
mesón y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño
del mesón y le dijo: 'Cuida de él y lo que gastes de más, te lo pagaré a mi
regreso'.
¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del
hombre que fue asaltado por los ladrones?" El doctor de la ley le
respondió: "El que tuvo compasión de él". Entonces Jesús le dijo:
"Anda y haz tú lo mismo".
Reflexión
Decir "te amo" no es suficiente, es necesario que
este amor se haga manifiesto a través de nuestras acciones y de nuestras
actitudes. El verdadero amor muestra siempre interés por la otra persona y es
capaz de comprometer hasta sus propios recursos con el fin de mostrar con
claridad su amor. Quien ama, siempre tiene tiempo para la otra persona, para la
persona amada.
Si quieres saber quién te ama de verdad evalúa estos tres
elementos:
-Fíjate quién se interesa por ti.
-Quién es capaz de comprometer su vida contigo y por ti;
-Quién hace un pequeño espacio en su agitado día para
decirte: "Hola, ¿cómo estás?"
¿Tendrás tú también estas actitudes para con Dios?
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu
corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
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