CAPITULO
XXVI
CADA estudiante debe acordarse con toda seguridad que en
este poder vivificante de la Presencia «YO SOY» dentro del Ser, todo lo bueno o
malo es activado si hay latentes en la conciencia, rebeliones, resentimientos
o la inclinación a juzgar. Quiere decirse que todo esto saldrá a la superficie
para ser consumido, y yo te digo sin vacilación alguna que a menos que consumas
conscientemente aquello que surge a la superficie, eso te consumirá a ti.
Si
uno nota que se está dejando llevar por la ira, debe tomar las riendas,
decretar el mandato a través de la Presencia «YO SOY», declarando que aquello
sea gobernado armoniosamente. Ahora, déjame recordarte otra vez que lo
primordial en tu progreso es la autocorrección, y que no hay persona, lugar,
condición o cosa a la que se pueda culpar por lo que uno mismo se empeñe en
alimentar. Esto es imperativo para tu progreso futuro; si has llegado a un
punto donde semejantes condiciones sutiles se producen, hay que ponerlas muy en
claro, que se comprendan muy bien, porque si no te enfrentarás a condiciones
que no podrás controlar. Te repito que debes estar muy animado porque los
adelantos que has hecho en tu propio control y tu completa aceptación de estas
grandes leyes de la vida, además de tu completa voluntad de aplicar el gran
látigo de la autocorrección, porque yo te digo francamente y te hablo con experiencia,
que la actividad exterior que llamamos humana tiene que ser castigada sin
vacilación antes que sea traída a la sumisión del mandato Divino. Si yo te di
el uso del Rayo o la Llama a través de la mano, es porque las mentes de algunos
se están entonando o afinando más rápidamente de lo que está siendo elevada la
estructura atómica del cuerpo. Esta actividad de pasar la mano por encima del
cuerpo, mantendrá el balance de la vivificación de la mente y la elevación de
la estructura atómica.
Me
agrada mucho brindar toda asistencia a los estudiantes, y lo hago con la mejor
voluntad, pero hay ciertos límites que no puedo sobrepasar, porque los
estudiantes tienen que avanzar por sí mismos en su conciencia; sin embargo,
debo alertarlos, que no pueden ofrecerle a la Presencia «YO SOY» una atención
dividida (parece que el Maestro se refiere a aquellos que entrando ya a
practicar la Presencia «YO SOY» y el Cristo: Dios en vosotros, también suelen
ir a consultar espiritismo y brujería), hacer lo cual equivale a mandar un
chorro de energía para darle poder a estas cosas que son negativas y
simplemente se está retardando el adelanto.
Hablo
por experiencia. No es posible dividir la atención compartiéndola entre la
Presencia «YO SOY» y las cosas exteriores, si es que se desea superar más allá
de lo común.
No
quiero causarle ningún choque a ningún estudiante, pero debo hablarles la
verdad: si los amados estudiantes, que han llegado hasta este punto no son
capaces de dedicar toda su atención a la Presencia «YO SOY», excluyendo toda
otra forma de oración o tratamiento, se estarán cerrando la puerta de nuestra
ayuda por mucho tiempo. Esto no pasará si los estudiantes, siguiendo las
instrucciones hacen un esfuerzo sincero cada vez que la atención se les va y la
regresan con firmeza diciendo: «Le doy
todo Poder a mi Presencia YO SOY que soy, y me niego para siempre a aceptar
toda otra cosa».
Deseo
preparar a los estudiantes, porque vendrá un momento en que no tendrán el
sostén de nuestros mensajeros, sino que tendrán que apoyarse en su propia
habilidad de agarrarse con mano tan firme a su Presencia «YO SOY» que siempre
recibirán su gran poder sostenedor.
Es
un error, e inútil además, que algún estudiante, después de recibir meses de
instrucción, se permita cada día o cada tantos días dejarse caer en depresión y
en dudas del poder interior o de su habilidad para aplicarlo. Esta actitud
mental infantil, si no es corregida, cerrará la puerta a la Verdad con el
tiempo.
Cada
estudiante debe tomar una posición positiva, en el momento en que una discordia
de cualquier clase pretenda entrar en su mente y debe asegurarse su dominio
declarando: «YO SOY la Poderosa
Presencia que gobierna mi Vida y mi Mundo y YO SOY la Paz, la Armonía, y el
Valor Autosostenido que me llevan serenamente a través de todo lo que pueda
confrontarme».
Sin
embargo, es tan importante que los estudiantes tengan el beneficio de los
manuscritos, que debemos interrumpir la instrucción hasta que éstos sean
terminados, pues es la habilidad de los estudiantes de captar lo que dicen los
manuscritos, que hará que el gran Juez determine lo próximo a dársele. No
podemos bajo ninguna circunstancia llevar al estudiante más allá del punto en
que él se siente bien fortificado.
Debo
decir para la protección de los estudiantes, que si se les manifiestan ciertos
fenómenos, permanezcan en calma, ecuánimes y sin impresionarse, siguiendo
serenamente y no permitiendo que éstos le fijen la atención, porque en un
número tan grande de ellos, no faltarán quienes hayan generado energías de
estados de conciencia pasados, que puedan producirle esos fenómenos, y en ese
caso deben declarar firmemente: «YO SOY
la Presencia que gobierna esto y que lo utiliza para su más alta expresión y
uso».
Yo
te aseguro que no necesitas desear que se produzcan manifestaciones sobrenaturales,
porque el progreso natural de tu Ser, producirá abundantes manifestaciones
cuando te llegue su momento; pero advierto que no me refiero a las apariciones
de los Maestros Ascendidos, porque eso es algo enteramente distinto y no debe
interpretarse como fenómeno. Ahora conviene que se haga esta afirmación: «Gran Presencia YO SOY, llévame dentro de
ti, e instrúyeme y haz que yo retenga la memoria completa de estas
instrucciones interiores».
Como
Mensajeros de la Luz, el entrenamiento que representa esta afirmación es
esencial, pero no debe causar ni ansiedad ni tensión en el deseo de retener
esa instrucción en la memoria, porque semejante actitud podría cerrar la
memoria exterior.
Yo
no puedo menos que sonreír al ver que algunos estudiantes están a punto de
experimentar cosas sorprendentes, pero confío en que siempre se mantendrán
serenos sabiendo que «YO SOY la Única
Eterna y Autosostenida Vida en Acción» y que se quiten para siempre de la
conciencia, que existe en todo el Universo la llamada muerte. La actividad
exterior de la mente y el mundo es un Maya
que pasa y se mueve como las arenas del desierto, y no deben causarle a nadie
ningún temor, porque «YO SOY la Vida
eterna que no tiene comienzo ni tiene fin».
Del
corazón del Gran Silencio brota la corriente de vida incesante de la cual cada
uno es una parte individualizada:
Esa
vida eres tú; eterna, perfecta, autosostenida; y los trajes con que se vista
importan poco hasta el día en que llegue al punto del reconocimiento; en este
momento el individuo se ha preparado para llevar el «manto sin costuras»
autosostenido y radiante, con todos los colores del espectro.
Entonces
puede uno regocijarse con ese manto que es eterno, siempre radiante, inmutable,
que lo separa de la rueda de causa y efecto, haciendo de él un ser únicamente
de causa. Esa causa es la radiación del Amor Divino siempre emanando y
evolucionando de su consciente, equilibrado, estabilizado, radiante centro
divino, o sea, el corazón de la Presencia «YO SOY», que es juventud y belleza
eterna, la toda sapiente Presencia que contiene en su autoconsciente: acción,
el pasado, el presente, el futuro, que después de todo no son sino el eterno ahora. Así, tal es la eterna
eliminación de todo tiempo y espacio. Entonces encontrarás tu mundo poblado de
seres perfectos; tus edificios decorados con joyas selectas; tú de pie en el
centro de tu creación («la joya en el corazón del loto») siendo sus pétalos las
grandes avenidas de su actividad perfecta.
Tal es el humilde cuadro de aquello que tienes por delante,
llamándote a que entres en tu perfecto y eterno hogar y radiación. Ves tú, yo
siento esa radiación gloriosa, y si logras centrarte en la Presencia del Amor
Divino y mantenerte allí firmemente, ¡qué maravillosas experiencias te vendrán
si pudieras tan sólo dejar afuera la interferencia de la actividad exterior
mental!
, En cuanto uno tome la actitud de «YO SOY la Presencia del Amor Divino en todo momento», hará
esas cosas , maravillosas. El uso de esta afirmación, si se siente, cierra la
puerta en todos los momentos a las actitudes exteriores de la mente. La
solución de cada problema está " siempre a la mano porque la Presencia «YO
SOY» siempre contiene todas las cosas dentro de ella.
Una
demanda es impulsar a la petición a que se manifieste. «YO SOY» es el principio
activo inteligente dentro de nosotros, el corazón de nuestros seres, el corazón
del planeta y el corazón del sistema. No puedo reprimirme de recordarte de
nuevo, porque ellos deben siempre saberlo, que cada vez que dices «YO SOY»,
estás liberando una materia prima autosostenida, todopoderosa, única e
inteligente energía. Persiste y entrarás en una condición suprema y maravillosa.
Cuando
tú miras al Sol Físico, en realidad estás mirando al gran Sol Central, al
propio corazón de la Presencia «YO SOY». Debes tomar la determinación
incondicional de que «la Presencia YO SOY
gobierna completamente este cuerpo físico y lo obliga a la obediencia».
Cuanta más atención le des a tu cuerpo físico, más se hace dueño y más te pedirá
y continuará ordenándote.
Cuando
el cuerpo físico está crónicamente enfermo o continuamente manifestando
disturbios comprueba que se le ha dado atención especial por un largo período
de años a una u otra perturbación y nunca mejorará hasta que no se tome la
actitud positiva y se le obligue a la obediencia. Tú puedes positivamente
producir lo que quieras de tu cuerpo si fijas tu atención en la perfección de
él, pero no permitas que tu atención descanse sobre sus imperfecciones.
Para
la ascensión: «YO SOY la Presencia que
ordena». Usa esto a menudo porque aquieta la actividad exterior de modo que
te centras en la actividad del amor.
En
el instante en que tú sientas algo discordante, voltea para otro lado; tienes
el cetro de Poder en tu conciencia; ahora,
¡úsalo!
Tú tienes que
seguir la orden de Jesús, no mires a ningún hombre de acuerdo con su carne.
Esto quiere decir exactamente que no reconozcas imperfección humana en pensamiento,
sentimiento, palabra o actuación.
Algo
muy poderoso en los problemas es la simple conciencia de «Dios en mí.
Presencia YO SOY, manifiéstate, gobierna y resuelve esta
situación armoniosamente». Obrará milagros, pues el todo es invocar
instantáneamente la Presencia «YO SOY» y ponerla a trabajar.
Jesús
dijo: Pide y recibirás; busca y encontrarás; toca y te será abierto. Dile,
pues, a tu Ser Divino «¡Óyeme, Dios!
Ven acá y cuídame esto».
Dios quiere que tú lo pongas a trabajar. Esto abre el flujo a la energía
Divina, la inteligencia y la sustancia que salta a cumplir la orden.
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