12/05/2012
El Evangelio de hoy
Juan 15,18-21
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si el
mundo los odia, sepan que me ha odiado a mí antes que a ustedes. Si fueran del
mundo, el mundo los amaría como cosa suya; pero el mundo los odia porque no son
del mundo, pues al elegirlos, yo los he separado del mundo.
Acuérdense de lo que les dije: 'El siervo no es superior a
su señor'. Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán, y el
caso que han hecho de mis palabras, lo harán de las de ustedes. Todo esto se lo
van a hacer por mi causa, pues no conocen a aquél que me envió".
Reflexión
Este día se nos antoja preguntarnos: ¿cuál es la relación
que lleva el mundo conmigo? ¿El mundo me elogia? ¿Me premia? ¿Me estima? O
bien, ¿me rechaza y persigue? La respuesta a estas preguntas es muy importante
pues es la que define de qué lado del campo estamos. Jesús, en el pasaje de
este día, es muy claro al respecto: "Si fueran del mundo el mundo los
amaría, pero el mundo los odia pues no son del mundo". El estado de
nuestra vida cristiana aparece así: Hoy no hay persecución a los cristianos, la
mayoría son estimados del mundo, esto nos habla de la terrible MUNDANIZACIÓN de
nuestros cristianos modernos. Hoy es difícil descubrir en nuestras reuniones a
los cristianos. La gran mayoría de los bautizados son simplemente eso:
Bautizados. No se ve en ellos los rasgos del Maestro. Su palabra, su manera de
pensar y de hablar los revela como gente del mundo, con criterios que poco o
nada tienen que ver con lo que Jesús les enseñó a sus discípulos.
Es necesario que en esta Pascua retomemos nuestro
cristianismo y que seamos claramente identificables por el resto de la
sociedad. Esto seguramente no traerá beneficio a nuestra vida, como no lo trajo
a la de Jesús, pero entonces y solo entonces estaremos dando un signo claro de
nuestra adhesión al Maestro, seremos entonces llamados con toda propiedad:
CRISTIANOS.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu
corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
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