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martes, 25 de octubre de 2011

EL LIBRO DE ORO DE SAINT GERMAIN ( CAPITULO XXIV )


CAPITULO XXIV

A MEDIDA que la conciencia de los estudiantes es elevada a la actividad del Elemento Fuego, todo en sus Seres comienza a actuar con una intensidad que ellos no comprenden y, cuanto más trabajen en este Elemento Fuego, más necesario será mantenerse en guardia alerta.

El entrenamiento que tratamos de darte para bendecir, proteger e iluminar a los estudiantes, es el entrenarse uno mismo a estar en guardia en todo momento y aunque todos deben comprender y esforzarse en usar la Presencia «YO SOY» para mantener el autocontrol, hay que aprender a permanecer sereno si algo inesperado pasa.

Usa esta afirmación frecuentemente: «YO SOY la Pre­sencia en guardia».

Si algo inesperado sucede, di solamente: «despediremos esto» y sigue en esa alegre felicidad. Trata de no tener senti­miento, pero sabe: « YO SOY la Poderosa Presencia gober­nando la actividad de cada uno».

Dondequiera que hay un Centro de Luz de la Intensidad de este foco, está siempre el elemento que tratará de entrar a través de alguien. Si estás trabajando en la casa, sigue usan­do: «YO SOY la prueba contra cualquier disturbio repentino». Esto levanta una armadura que mantendrá la atmósfera armoniosa.

Usa a menudo: « YO SOY la Presencia que nada puede perturbar». Mantente siempre con una actitud calmada y alegre, pase lo que pase.

Para alguien a quien desees ayudar, di: Mira, compañe­ro, a través de la Presencia « YO SOY», te doy el poder de controlar eso.

El gran Amor y la Armonía dentro de los corazones de los estudiantes mantenidos durante un período de tiempo suficiente, hace casi cualquier cosa posible. ¿Sientes la gran ola de paz y alegría que vino como la brisa de una mañana de primavera? Yo te lo explicaré para que veas cuan ilimita­do y maravilloso es ese cuidado amoroso.

El Gran Maestro que Jesús contactó, el cual lo ayudó a ganar la Victoria, es El mismo que fue mi Maestro, y fue Su Radiación la que nos llegó ahora. El desea que Yo te diga que «a medida que avances en el camino de la Luz, encon­trarás que la manera más fácil de saltar un inconveniente es la de darle la espalda a la cosa y olvidarse de ella». Ya ten­drás el nombre de este Maestro más tarde.

Para las actividades erradas di: «Esto no es correcto» y después rápidamente pásalo. Esto elimina el disturbio que crece.

A medida que nos acercamos a la Luz, somos una gran familia. Sabiendo que solamente hay «Una Gran Presencia YO SOY» en todas partes, tú siendo la individualización de Eso, solamente puede haber una gran familia, Hijos del Dios Único.

Primeramente ten esto bien entendido: Si un individuo valioso es muy crítico, di con certeza bien definida: «No hay nadie que desea inmiscuirse en tu libre albedrío. No nos molesta el cuestionamiento sincero, pero no toleramos la crítica ni las discusiones».

El Mensajero debe negarse a aceptar las cosas discordantes emanando el Elemento Amor para que aquéllas sean consumidas. El Mensajero debe estar fortificado, porque si no, el trabajo quedará a medio hacer. Ninguna clase o traba­jo del Mensajero puede ser sostenido, si él permite que un argumento o un sentimiento discordante sea generado.

Es muy difícil que el individuo común comprenda que la manera más fácil de impedir cualquier clase de disturbio sea la de cesar la discusión sobre ese punto.

Lo único que necesita atención es lo que está en tu Aura. Lo que está archivado en tu Atmósfera solamente puede sa­lir a través de tu sentimiento. La palabra hablada, a menos que tenga un sentido de condenación o de furia tras ella, no grabará la inarmonía en tu Atmósfera Interna.

De las dos condiciones indeseables siguientes, es mucho mejor que uno explote y saque la cosa de su mente, que guardarse dentro el resentimiento o rencor de haber sido he­rido, pues eso es lo que se registra en tu Atmósfera Interna. Desde mi punto de vista, yo veo lo que está registrado en tus sentimientos y por lo tanto en tu Atmósfera Interna.

Tú sabes cómo se forma un avispero; pues bien, déjame decirte que en tu mundo mental pasa exactamente lo mismo que cuando un avispero se manifiesta en el mundo físico.

Es muy importante que hagas algo para que no albergues un sentimiento contra personas, sitios, cosas o condiciones, porque éstas se amontonan y se graban en tu Atmósfera In­terna.

Si te adviene un deseo como «yo desearía que fulanito hiciese tal cosa» transmútalo inmediatamente y di: «Sola­mente Dios en Acción está allí».

Cuando un sentimiento se registra en tu Atmófera, se an­cla allí hasta que lo disuelves o lo consumas. Es siempre el sentimiento el que hace el Archivo Interno.

No tiene ningún objeto el consumir una cosa, si no rompes con el hábito de generar la Causa. Uno puede conquis­tar esto fácilmente diciendo: «YO SOY gobernando aquí».

No dejes que tus pensamientos corran desenfrenados.

Muchas veces los individuos son asociados o reunidos con el único objeto de obligarlos a corregir estas actividades sutiles a las cuales la mayoría de las personas no ponen atención. Esto consiste solamente en aquietar lo externo para que la Verdad sea recibida. Esto es vital en la autocorrección del individuo.

A medida que te eleves en conciencia, la energía está es­perando la expresión como avalancha, y si la energía no es controlada, se precipitará velozmente y causará que hagas cosas que nunca hubieras hecho por nada en el mundo. 

Cualquier energía que se te da para tu uso es para que la sueltes en el mundo externo armoniosamente. Tal es la Ley de Tu Ser: la Ley Natural.

Si uno no comprende que tiene que gobernar la energía que fluye a través suyo, esa energía será calificada por esa discordia y, se debe transmutar inmediatamente calificándo­la de nuevo con Amor. En mi experiencia, si yo encontraba un elemento discordante decía simplemente: «¡Ajá! Yo cie­rro mi puerta, tú te quedas afuera».

La energía Universal que fluye a través de ti tiene una naturaleza armoniosa. Cierra la puerta y piensa qué es lo que importa.

La humanidad hace resistencia a las personas, sitios. condiciones y cosas porque no se ha perfeccionado. Los es­tudiantes deben mantener esta armonía autogobernada den­tro de ellos el tiempo suficiente para que se cree un empuje que vendría a ser el guardián permanente.

Si mantienes armonía dentro de Ti, yo te digo que tú atraerás todas las cosas buenas hacia Ti mismo. El indicador que no falla es que, en el momento en que exprese alguna clase de discordia, debes darte cuenta de que eres el único a culpar. No necesitas llevarlo escrito para recordarlo.

En el momento que hay algo discordante, el indicador nos da la señal de alerta para que nos pongamos a trabajar en nosotros. Cada individuo es su propio guardián e indica­dor en todo momento.

Existe un solo Poder en el mundo que puede corregir cualquier cosa, y ésa es la Presencia «YO SOY» en cada uno. Si ''nos negamos a reconocer que nosotros somos los creadores de nuestras dificultades, ¿cómo entonces podre­mos corregirlas o liberamos de ellas?

No hay persona, sitio, cosa o condición alguna que ga­rantice que nunca seremos perturbados con nuestra «Pre­sencia YO SOY» siempre presente, pulsando nuestros cora­zones cada momento.

Si uno corrige esos sentimientos discordantes, dejará que
la «Gran Presencia YO SOY inunde su mundo con toda la Perfección. Si el individuo no se corrige, ¿cómo podrá al­canzar la Victoria Eterna?
La «Presencia «YO SOY es Todo el Poder del Universo
para hacer esa corrección. Deja que la «Presencia YO SOY» fluya, hasta que lave todo y quedes limpio.

Cuando tu atención se fija firmemente en la «Presencia YO SOY» que eres, es como si tu cuerpo fuera una esponja muy fina a través de la cual esta Energía Pura se derrama y lo limpia de toda imperfección.

Si nosotros detenemos la discordia, el «arroyo de la Pre­sencia YO SOY» automáticamente limpia todas las impure­zas. Por lo tanto, tú tienes un poder ilimitado en tus manos para intensificar las órdenes correctas.

Hasta desde el punto de vista científico, sabiendo que las células del cuerpo son renovadas en menos de un año, si se cortara la discordia por igual lapso, la mente y la forma ex­presarían Juventud Eterna y Perfección.

Acaso por un sentido de falso orgullo o algo semejante, la humanidad no quiere enfrentarse a la Verdad de que la Causa está dentro de ella misma.

El hábito de culpar a otros por lo que nos pasa a nosotros es lo que nos ciega para ver la Verdad y prevenir la autocorrección.

Una maravillosa ilustración de esto se manifiesta en la bella infancia. Hasta que el niño no es lo suficientemente grande para empezar a acumular la discordia, su cuerpo es bello y expresa la Perfección. Esta Perfección de forma se mantendrá siempre, si no entrara en la conciencia del niño la discordia del mundo exterior. Hay aquellos que me di­rían: ¿Y qué pasa con el niño que nace enfermo y perturba­do? En la mayoría de los casos esa condición es traída de la encarnación precedente, o en casos raros, cuando hay una discordia muy intensa entre los padres, ésta puede ser lo su­ficientemente fuerte para registrarse en el niño. Pero ustedes notarán que en esa clase de casos, a medida que el niño em­pieza a crecer y desarrollarse el disturbio se notará cada vez menos. Esa es la prueba absoluta de que la discordia no fue su propia creación, sino que fue impuesta en él por los pa­dres, porque su alma era lo suficientemente fuerte para ele­varse por encima de ella.

En este punto en particular, uno debe comprender las condiciones asombrosas de sugestión que rodean a los indi­viduos. Por ejemplo, tomemos el ambiente y la asociación de individuos que tienen el hábito de andar juntos. En esa asociación amistosa, cada uno es susceptible a la sugerencia del otro; si ésta es discordante, las asociaciones se romperán tarde o temprano por una gran pelea. Sin embargo, la mayo­ría de los individuos que se mueven en el mundo externo, no se dan cuenta de que están siendo sugestionados, ya sea por asociación, ambiente o condiciones expuestas ante ellos.

La actitud correcta del estudiante que conoce la Presen­cia «YO SOY», es la de adoptar inmediatamente la posición firme de que «YO SOY protegido invenciblemente contra toda sugestión imperfecta». Así puede construir alrededor suyo una atmósfera que ahuyentará todas las sugestiones que quieran introducirse provenientes de un elemento des­tructivo.

Yo pienso que es necesario llamar tu atención hacia tus viejos libros que decían: «Si de primera vez no triunfas, in­téntalo, inténtalo de nuevo». No hay ninguna manera de ga­nar la Victoria y el Dominio sobre la limitación, excepto la de mantenerse batallando hasta que lo logras. Si dudas de tu logro, estarás posponiendo tu victoria durante ese mismo tiempo.

Aquellos estudiantes que realmente empiecen a com­prender que en el reconocimiento y uso de su «Presencia YO SOY» tienen el Poder Universal a sus órdenes, sabrán que es imposible que fallen en su aplicación. Cuanto más lo uses, más obtendrás de su Poder sostenedor.

Cada vez que sientas una manifestación del Cristo, di:
«Yo te alabo y acepto la Luz de tu Presencia, la Actividad del YO SOY completa». Toma esta actitud siempre, y des­pués cierra la puerta a cualquier creación discordante e in­deseable de aquello que ya ha pasado.

Siempre recuerda que tú eres el amo de lo que venga a tu mundo del pensamiento, y a menos que te des cuenta que tú eres el amo serás susceptible a toda clase de pensamientos y sentimientos.

Para otros, sabe que «YO SOY la Presencia llevando a (fulano) al logro de (x condición). Si ponemos atención a una condición de disturbio, le estamos dando poder a otra cosa que no es la «Presencia YO SOY».




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