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jueves, 6 de octubre de 2011

EL LIBRO DE ORO DE SAINT GERMAIN (CAPITULO V)


CAPITULO V

 La gran necesidad de hoy es la curación de las  Naciones y los individuos. Así como se ayuda al  individuo derramando en él la energía electrónica a través de su mente y su cuerpo y por medio de su «YO SOY», llenando cada célula, así, en un grado mayor de ex­pansión, se puede tratar a una Nación. Una Nación es un gran cuerpo de individuos y de creaciones de la naturaleza. Tenemos el mismo poder para efectuar esto, siendo como lo somos, la presencia de Dios Individualizado. Sabemos, pues, que «YO SOY» está presente en todas partes, y cuando la conciencia se apodere de esta expansión, la energía se lanza a actuar en todas partes, tanto en las células del cuerpo mundial como en las células individuales. Debemos darnos cuenta de que la Presencia Activa de Dios Todopoderoso está presente en todas partes, que no hay la más diminuta porción en que esté ausente, que esta presencia activa liga a toda la creación humana y consume al instante todo lo inarmonioso o indeseable, y que lo único que la detiene es el li­bre albedrío del individuo a través de su ignorancia y su propia creencia.

A través del «YO SOY» la Divina Sabiduría actúa repe­liendo todo lo que no deba entrar en el sistema. La Omnipresente Sabiduría, a través de nuestra acción consciente, siempre nos está insinuando el no aceptar nada de aquello que en nuestros sentimientos, pensamientos o alimentos pu­diera perturbar nuestra actividad armoniosa.

Las corrientes de energía cósmica pura están siempre fluyendo por todas partes como los rayos de un faro. Nues­tras actividades exteriores siempre deben estar receptivas a estas corrientes de vida que son energía cósmica pura y que siempre están fluyendo en la atmósfera de la tierra.

Es verdad que donde las condiciones son demasiado den­sas para que esta energía las penetre, ella las rodea por enci­ma y por debajo y sigue su camino. 

Desde el año 1932, cada individuo camina dentro de grandes corrientes sanadoras. Por el poder de Ciclópea (Vista), la estrella secreta de amor, y los rayos provenientes de la Ciudad Dorada, las tremendas corrientes sanadoras son dirigidas conscientemente a través de la atmósfera de la tierra. Estas, como comprenderás, son la Energía de Dios en Acción y naturalmente autosostenida. La conciencia individual de esta Presencia te permitirá con­tactar estos rayos en cualquier momento.

A los estudiantes que posean un sentido de patriotismo y que deseen ayudar a su propia Nación, les diré que estas co­rrientes sanadoras llegan no sólo a individuos, sino a condi­ciones, ambientes y lugares oficiales, como una llama inteli­gente y que en la actualidad están haciendo una labor de protección y elevación para los hijos de la tierra, como ja­más anteriormente, desde la creación de este planeta; y que mientras más personas se dan cuenta de esta operación, me­jores serán en el papel de mensajeros y asistentes en este tra­bajo extraordinario.

Hay una influencia siniestra con la cual nos estamos en­frentando en la actividad terrena; es una fuerza mental que respalda las guerras y se manifiesta conscientemente. Los que deseen trabajar para disolver esta situación deben medi­tar la idea siguiente hasta que capten el pleno significado que encierra: Deben saber que si ellos dirigen esta energía electrónica a través de la tierra, ella irá directamente y sin interrupción al sitio indicado y verá obrar la energía en for­ma insospechada.

Hay individuos que siendo muy bondadosos y dedicados, se dan cuenta de pronto de que tienen que abandonar cier­tos alimentos y ciertas actividades, lo que les produce una especie de shock. Yo les diré que la Divina Inteligencia den­tro de cada uno les hará que dejen con naturalidad las cosas que no estén de acuerdo con la Gran Presencia, a cada paso y cuando sea necesario. Para que un individuo se abstenga de algo conscientemente, tiene que sentir que hay algo más fuerte que merezca anclarse en ello. A medida que los estu­diantes se hacen conscientes de esto, les viene la fuerza y la confianza para dar el paso.

Aquéllos que vienen a tu casa merecen la protección di­vina que a ti te gusta darles. Yo sugiero que una vez por día cargues la atmósfera de tu casa con pura energía electrónica, o sea, con la Presencia de Dios, para que no entren en tu casa ni comida ni presencias indeseables. Envuelve a tus vi­sitas en el manto electrónico de la Presencia «YO SOY», pero no fuerces estas cosas en personas que no las hayan pe­dido.

Cuando tú dices «YO SOY», reconoces el poder que des­truye toda barrera y oposición. El ser humano es como un león muerto de hambre en la selva. Rompería cualquier cosa para obtener la comida. La conciencia rompería en pe­dazos a su mejor amigo para salirse con las suyas.

En todo elemento astral hay el elemento del deseo hu­mano. A menos que la mente se cierre completamente al mundo astral, se encontrará uno constantemente interrum­pido en toda buena decisión, porque se le habrá dejado la puerta abierta a una fuerza mucho más sutil, que toda fuer­za que haya en el mundo físico. MUCHOS PIENSAN QUE HAY FUERZAS BUENAS EN EL MUNDO ASTRAL; YO TE DIGO QUE NINGUNA FUERZA QUE VENGA DEL ASTRAL ES JAMÁS BUENA. Cualquier fuer­za buena que parezca venir de allí, ha fabricado su propio túnel para poder pasar.

En primer lugar, ¿qué forma el mundo astral? No hay sino un solo lugar donde se pueda albergar una creación in­deseable humana, y es en el próximo escalón de actividad humana, EL REINO ASTRAL. Este plano de actividad as­tral contiene todas las formas indeseables acumuladas a tra­vés de los siglos. De manera que es fácil ver que nada bueno puede salir de contacto alguno con el plano astral. No con­tiene absolutamente nada del Cristo.

Algunos tienen una confusión que denominan «La Es­trella Astral», pero eso está errado. Se llama en realidad «La Estrella Astrea». Este es un Ser Cósmico de la Cuarta Esfe­ra, y cuyo trabajo es el de consumir todo lo más posible de lo que pertenezca al Reino Astral, como también el de lla­mar la atención de individuos atraídos al Plano Astral. Este gran Ser, al fin y al cabo, aclara la comprensión de estos in­dividuos y disuelve sus deseos de mantener algún contacto con ese reino infeliz. No hay niños en el Plano Astral. El hogar de los niños que dejan la tierra es el Plano Etérico. La gente encarnada, cuando está dormida, se encuentra en la misma esfera que los desencarnados.

La Presencia «YO SOY» posee una conciencia autosostenedora de tal magnitud, que si uno sale con ella al dormir­se, se pueden alcanzar alturas increíbles. Si tú tienes con­ciencia de tu «YO SOY» en tu conciencia exterior, y te lle­vas esta conciencia cuando entres a otros planos, es una pre­sencia sostenedora increíble.

Hay un momento en la experiencia de nuestra vida en la cual tenemos necesidad del uso y reconocimiento consciente de la frase: «YO SOY la Presencia de Dios en Acción». Cuando tú tengas esa conciencia y la lleves voluntariamente a través del velo del sueño, tu alma fuera del cuerpo actúa con poderes ilimitados.

Suponiendo que en el estado de vigilia tengas necesidad de algo, antes de dormirte puedes muy bien expresar lo si­guiente: A TRAVÉS DEL MAGNO PODER, E INTELIGENCIA QUE "YO SOY", MIENTRAS MI CUERPO DUERME, HAGO EL CONTACTO NECE­SARIO QUE ME CUMPLIRÁ ABUNDANTEMENTE ESTE REQUERI­MIENTO, NO IMPORTA CUÁL SEA.

Debes conocer que esta actividad autosostenida no pue­de fallar en absoluto, y que es una forma grandiosa de poner en movimiento a la Presencia «YO SOY», ya que cualquier cosa que el «YO SOY» ordene mientras el cuerpo duerma tiene que ser obedecido. Yo conocí un caso en que había ne­cesidad de protección. El que la usó tenía cierta conciencia de la Presencia. El individuo cayó por un barranco, pero la Presencia «YO SOY» al instante construyó una forma que atrapó al individuo y lo puso a salvo antes que la caída con­tinuara.

CUANDO SE TIENE CONCIENCIA ESPIRITUAL Y SE VA A CUALQUIER AMBIENTE DONDE EXISTA PELIGRO, DEBE HACERSE UN TRATAMIENTO RÁPIDO PARA SU PROPIA PROTECCIÓN, ya que mientras uno no haya ascendido, el cuerpo tiene tendencia de contactar el pensamiento exterior de la humanidad. Si el estudiante sube una montaña, debe hacer un trabajo protector, consistente en afirmaciones protectoras. Si mantiene siempre esa labor protectora puede muy bien evitar la destrucción de terceros. Ejemplo: «Dios es el Poder Omnipotente protegiendo y diri­giendo este avión (barco, tren o carro), de manera que se mueva en una zona absolutamente a salvo».

En el camino tienes que estar en acción consciente todo el tiempo. Habrá quienes piensen que esto significa temor, pero no es así; por el contrario, es el reconocimiento del Po­der Protector Omnipresente.

Dios todo lo ve y todo lo conoce. Él mira hacia adelante y evitará contactos indeseables. Cuando tú digas: «Dios está manejando este vehículo» la vista divina va delante mirando cuadras y kilómetros y vendrá el impulso de salir a vías libres de interrupciones de tráfico. Nuestro paso será sin obs­trucción de ninguna clase porque es Dios quien está mane­jando el vehículo.

Hay dos motivos que causan accidentes en los estudian­tes. El primero, que enfadándose, dejan abierta su aura y la puerta astral. Segundo, que se olvidan de hacer el trabajito protector. Cada vez que hacemos algo con actitud positiva y dinámica, el exterior va adquiriendo más confianza, más fe y no puede fallar.

Otra forma de protegerse es la de proyectar el cinturón electrónico en contorno nuestro o de terceros, diciendo:


«YO SOY EL CINTURÓN O EL ANILLO O EL CÍRCULO PROTECTOR ALRE­DEDOR MÍO» (O DE FULANO). Ese cinturón electrónico se forma al instante y es impenetrable e invulnerable a toda cosa ne­gativa. Date cuenta que cuando tú dices «YO SOY», lo que quiera que tú ordenes es Todopoderoso e instantáneamente cumplido. No puedes usar la presencia «YO SOY» sin que logres actividad instantánea.

Repite a menudo: «YO SOY LA INTELIGENCIA PROTECTORA OMNIPRESENTE Y OMNIPOTENTE QUE GOBIERNA ESTA MENTE Y ESTE CUERPO». Esto es instantáneamente cumplido y en acción porque has dicho «YO SOY». El «YO SOY» que está en to­das partes presente está en ese punto haciendo el trabajo en ese momento. Esta es la forma como pones en acción la Todopoderosa presencia «YO SOY», por los medios más directos. Ella es TODO EN TODOS. Y recuérdale a tu con­ciencia exterior que cuando tú dices «YO SOY» has puesto en función todos los atributos de la Divinidad: Estás ya en un punto en que debes ver actividad instantánea. Cuando tú dices «YO SOY», en cualquier condición, significa que se está efectuando una acción instantánea por el poder más grande del Universo. En el mismo momento en que te haces consciente de que el «YO SOY» es la plena actividad de Dios, y que contiene todos los atributos de Dios, entras en pleno uso de ese magno poder.

Di a menudo: «YO SOY LA PRESENCIA QUE PRODUCE ESTE HOGAR MAESTRO». Cuando tú dices: «YO SOY LA ASCENSIÓN DE ESTE CUERPO FÍSICO AHORA», has aceptado y entrado en esa acción en el mismo instante. 

Cuando estás luchando por ad­quirir luz en acción ilimitada, estás esforzándote por lograr la cosa más grande que existe en el mundo. Llena tu mundo con la presencia «YO SOY» y cuando lo hagas, siente que lo estás haciendo conscientemente.

Si tú dices en conciencia «YO SOY LA PERFECTA ACTIVIDAD DE CADA ÓRGANO Y CÉLULA DE MI CUERPO», tiene que manifes­tarse. Sólo tienes que estar consciente de esto y se hará. Usa a menudo «YO SOY LA PERFECTA SALUD MANIFESTADA AHORA, EN CADA ÓRGANO DE MI CUERPO». Pon tu confianza en tu «YO SOY», en vez de ponerla en una medicina exterior. No pue­des decir, por ejemplo: «YO SOY la perfecta actividad inte­ligente en este cuerpo» y al mismo tiempo estar pensando en que vas a tener que tomar una medicina.

Para limpiar la mente di: « YO SOY la Inteligencia per­fecta activa en este cerebro» Para los ojos y los oídos di:

«YO SOY LA PERFECTA VISIÓN MIRANDO A TRAVÉS DE ESTOS OJOS»; «YO SOY LA PERFECTA AUDICIÓN OYENDO A TRAVÉS DE ESTOS OÍ­DOS». Ponte a hacer estos tratamientos con empeño y no puedes fallar. Tienes las riendas; úsalas y evita toda palabra que recuerde la condición limitada anterior. 

Cuando estés consciente del «YO SOY», no te importa lo que haga nadie en este mundo; y no debe preocuparte otra cosa que tu pro­pio mundo, ya que tú has realizado que el «YO SOY» está en todo.

Para cuadrar el círculo usa la actividad «YO SOY». No hagas caso a lo que diga nadie. Sólo di, específicamente, lo que tú quieras producir. Repite, repite, repite: «YO SOY LA ÚNICA PRESENCIA ACTUANDO EN ESTO, YO SOY LA ÚNICA PRE­SENCIA ACTUANDO EN MI MUNDO».

Para encontrar cosas perdidas: « YO SOY LA INTELIGENCIA Y EL OJO TODO AVIZOR QUE ENCUENTRA TODO». Te va a asombrar la sensación que te va creciendo por dentro cuando tú no tengas que mirar a ninguna otra cosa sino a tu amado y magno «YO SOY».

Borra de tu mente todo menos la operación consciente de «YO SOY», pues es el más alto poder. Lograrás la idea de que todos estos aparentes milagros se producen con faci­lidad.
Suponiendo que tú quieres iluminar una habitación, di:

«YO SOY LA ILUMINACIÓN DE ESTE CUARTO». Entonces actúa sobre los electrones del cuarto, ya que iluminar la atmósfera de un cuarto es tan fácil como levantar la mano. Tu capaci­dad para iluminar un cuarto es tan adecuada como el lo­grarlo a través de una lámpara eléctrica. Tú puedes tan fá­cilmente conducir la corriente eléctrica universal a través de ti, como la electricidad corriente es conducida a través de los cables. Para hacer visible la iluminación que está dentro de tu propio cuerpo, o sea, para irradiarla visiblemente, di:

«YO SOY LA ILUMINACIÓN VISIBLE A TRAVÉS DE ESTE CUERPO AHORA». Dentro de ti hay un punto focal.

El «YO SOY» que está en ti creó todo en el Universo. Cuando tú entres en la confianza de tu «YO SOY», Él bo­rrara toda obstrucción. Usa a menudo: «YO SOY EL PODER Y LA PRESENCIA CONSUMIDORA DE TODO TEMOR, DUDA Y CONFUSIÓN QUE PUEDA HABER EN MI MENTE EXTERIOR, SOBRE LA INVENCIBLE ACTIVIDAD DEL YO SOY». Continúa este ejercicio y siempre sabrás instantáneamente lo que debes hacer.

La conciencia del individuo encubre la forma con los conceptos pertenecientes a Él y cuando éstos son agrupados alrededor del individuo que ha generado cierta energía, no le impone a éste otras condiciones que las de su propio mundo.

Cada vez que te sientas gozoso y lleno de impulso apro­véchalo, úsalo y decreta.



METAFISICA BÁSICA

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