CAPITULO IV
EL FUEGO CREADOR que «YO SOY» es la Llama de Dios. Su
Presencia Maestra está anclada en el
corazón de todos los hijos de Dios, aunque en algunos no es sino una chispa.
Sin embargo, al tratarla correctamente, esa chispa puede convertirse en un gran
Fuego Creador y una Llama Consumidora.
Esta Magna Presencia en sus actividades múltiples, es la
actividad omnipresente que todos pueden usar sin limita¬ción, solamente si
pudieran quitar de su conciencia aquello que no es sino apariencia y que los ha
atado a través de años sin fin.
Hoy, el Cetro de Poder y Autoridad está a la vista frente a
cada estudiante que va adelantando. Al principio puede alcanzarlo mentalmente y
tomar ese Cetro de Autoridad y usarlo; pero pronto se dará cuenta de que lo
puede usar casi tangible y visiblemente.
No es una promesa vana que aquellos que buscan la luz
recibirán este dominio.
Cuando atravesamos un bosque sa¬bemos que podemos
regresar por el mismo sendero, pero la decisión es nuestra. Asimismo, después
de centenares de años buscando poder y autoridad en lo exterior, encontra¬mos
que mañana habrá desaparecido, como si estuviera so¬bre arena movediza.
Por la aceptación gozosa de tu dominio Divino puedes pisar
firmemente la base segura de la Roca de la Verdad, que es Dios mismo, y de la
cual ningún disturbio exterior puede jamás tocarla una vez que tú lo hayas
aprendido por experiencia propia.
Los estudiantes de la Verdad se preguntan por qué vaci¬lan
ellos en su decisión de mantenerse firmemente asidos o anclados en la PRESENCIA
DE DIOS, ya que esto repre¬senta el dominio que andan buscando. No analizan la
forma en que están actuando para indagar qué es lo que están ha¬ciendo que les
cause tal perturbación y duda; pero para aquellos que aprovechan la autoridad
que les pertenece e in¬vestigan profundamente en sus propias causas, les será
muy fácil separar la cizaña de los granos de oro y sentirse pronto libres de la
perturbación que les hace dudar de ellos mis¬mos, y hasta de la PRESENCIA DE
DIOS, que late en sus corazones.
Cuando los estudiantes tengan consigo mismos y con Dios, la
PRESENCIA «YO SOY», la suficiente honradez para arrancar todo lo que esté
causando ese disturbio inte¬rior, sentirán esa Magna Luz, irradiación del Gran
Ser Divi¬no, y encontrarán que con poco esfuerzo e inteligencia se convierte en
Poder. Fuerza y Seguridad asidos a esa Roca de la Verdad que es una de estas
Grandes Joyas del Reino de Dios; y esta Luz deslumbradora los envolverá a la
más leve invitación.
¡Oh estudiante de hoy! Manténte asido a esta Magna Pre¬sencia
que late en tu corazón, cuya vida fluye a través de tus venas, cuya energía se
derrama en tu mente. Tú tienes libre albedrío y puedes calificarla y bendecirla
para que te perfec¬cione o te haga imperfecto. Recuerda siempre que por
aque¬llo de no invocar esta Magna Presencia te has encontrado creando
inarmonías y desórdenes. TIENES QUE DARTE EL TIEM¬PO SUFICIENTE PARA LOGRAR EL
PLENO RECONOCIMIENTO A ESTE GRAN PODER Y ENTREGARLE TODA LA ACTIVIDAD DE TU
VIDA.
NO TE IMPACIENTES PORQUE LAS COSAS NO SE COMPONGAN TAN
RÁPIDAMENTE COMO A TI TE GUSTARÍA. ELLAS FUNCIONAN DE ACUER¬DO CON LA VELOCIDAD
DE TU PROPIA ACEPTACIÓN Y LA INTENSIDAD DE TUS SENTIMIENTOS.
Esta gran energía que surge a través de tu cuerpo y men¬te,
es la pura energía electrónica de Dios, la Gran Presencia «YO SOY». Si tus
pensamientos son mantenidos gozosa¬mente en tu ser divino, como origen de tu
ser y tu vida, esa energía pura electrónica actuará sin cesar, e incontaminada,
por calificación discordante humana.
Pero si tú permites, consciente o inconscientemente, que tu
pensamiento comience a infestarse con la discordia que a menudo lo rodea, tú
mismo le cambias el color y la calidad de esta energía radiante y pura.
Ella está obligada a actuar, y tú eres el que dicta cómo ha
de comportarse hacia ti. No creas jamás que tú puedes escapar de este hecho
sencillo. Es una Ley inmutable y nin¬gún ser humano puede cambiarla. Los
estudiantes tienen que comprender y mantener esta actitud si desean hacer
progresos continuos.
Yo les digo amados míos, que por más que duden, te¬man y se
rebelen ante la autocorrección, ella es la puerta abierta a su propia gran
iluminación y libertad de toda la li¬mitación humana exterior.
Hay muchos estudiantes que cuando llegan a un cierto grado
de comprensión, los resultados de sus actividades pu¬rificadoras les son
revelados y enfrentándose a los muchos errores cometidos y que hay que
corregir, se desconsuelan criticándose y condenándose ellos mismos y a Dios.
Este es otro gran error. Todo aquello que les es revelado para ser corregido,
debe alegrarles grandemente, puesto que es una oportunidad para adelantar
corrigiéndose errores que antes estaban ocultos. Conociendo que Dios es el
poder de pensar, saben que tienen dentro el poder de corregirse y deben po¬ner
manos a la obra.
La vida de Dios que les late en el pecho es prueba
sufi¬ciente de que poseen la inteligencia y el Poder de Dios con que disolver y
consumir todos los errores y creaciones dis¬cordantes que han fabricado en su
contorno, consciente o inconscientemente, y pueden decirles a estas creaciones
in¬deseables:
«YO SOY LA MAGNA LLAMA CONSUMIDORA QUE AHORA Y PARA SIEMPRE
DISUELVE TODO ERROR PASADO Y PRESENTE, SU CAUSA Y SU NÚCLEO Y TODA CREACIÓN
INDESEABLE, POR LO CUAL MI SER EXTERNO SEA RESPONSABLE».
Es extraño, pero parece que los estudiantes tienen
difi¬cultades para anclarse en el reconocimiento del poder ilimi¬tado que
manejan cuando pronuncian «YO SOY», cuando hasta el intelecto, que es sólo la
actividad externa, sabe esto. Los estudiantes deben intensificarlo con todo su
empeño, sintiendo intensamente la verdad de ello, y entonces encon¬trarán gran
rapidez y poder adicional al usarlo. Yo te digo, amado estudiante, que ha
llegado el momento en que pue¬das usar este poder con gran autoridad para
desatarte de las cadenas de limitación que te han aprisionado por tanto tiempo.
Ponte con determinación a ordenar tu casa. Si fueras a
albergar un huésped distinguido, no dudo que pasarías días trabajando con
ahínco, puliendo y preparando todo para re¬cibirlo. ¡Cuánto más importante es
el preparar para este gran principio de amor y paz, el principio del Fuego
Consu¬midor que habita dentro de ti y controla el elemento fuego!
Cuando uno piensa en Oromasis, príncipe del elemento Fuego,
está pensando en la llama del fuego creador y está invocando su ayuda en el
avivamiento de este poder crea¬dor, lo cual trae resultados inimaginables.
Cuando tú hablas en el Nombre, Poder y Autoridad del Gran
«YO SOY», estás soltando energías sin límites para que se cumplan tus deseos.
¿Por qué, entonces, seguir per¬mitiendo que la duda y el temor te acosen cuando
«YO SOY» es la puerta abierta de la opulencia de Dios, esperando para
derramarse en salud, bendiciones y prosperidad? Atrévete a ser, a sentir y a
utilizar esta Magna Autoridad, Dios en cada uno.
¡Amado estudiante! ¿No te das cuenta de que puedes
ma¬nifestar la perfección en unos minutos o en unas pocas ho¬ras, tomando la
determinación de afirmar con suficiente in¬tensidad.
«YO SOY LA INMENSA ENERGÍA ELECTRÓNICA QUE FLUYE, QUE
RENUEVA, QUE LLENA CADA CÉLULA DE MI MENTE Y MI CUERPO YA, EN ESTE MISMO
MOMENTO?». ¿No ves tú que a po¬cos minutos u horas puedes disipar cualquier
disturbio de mente o cuerpo y permitir que esa pura Magna Energía haga su labor
sin influencia, sin ser afectada o colorida por elemento alguno de tu propio
pensamiento? Si tú puedes re¬novar un nervio, un órgano, construir cualquier
miembro de tu cuerpo a su original perfección, casi inmediatamente, ¿por qué no
sentirlo y utilizarlo? Y a medida que experi¬mentes los resultados admirables,
asombrosos, tu fe y con¬fianza saltarán a efectuar su perfecta actividad y tu
mente adquirirá toda la confianza necesaria en esta gran Presencia y Poder y su
uso Omnipresente e ilimitado .
Cuando parezca haber una falla de energía, plántate ale¬gre
y seguro con determinación, y declara:
«YO SOY LA MAGNA PRESENCIA DE ESTA ENERGÍA ALERTA Y RADIANTE
QUE SURGE A TRAVÉS DE MI MENTE Y MI CUERPO, DISOLVIENDO TODO LO QUE SEA
DIFERENTE A ELLA MISMA. YO ME PLANTO PARA SIEMPRE EN ESTA ALERTA Y RADIANTE
ENERGÍA Y GOZO PARA SIEMPRE».
Tú puedes pasar esta energía pura por tu mente y tu cuerpo
así como paso yo mi mano por tu frente. En mi me¬moria no existe un momento en
que haya habido tanta asis¬tencia al alcance del estudiante de la luz y tú
debes aprovecharlo con intenso gozo.
Al principio, si no sientes ninguna fuerza electrónica
pa¬sar a través de ti, de ninguna manera creas que no has reci¬bido esta gran
energía, ya que tú la has ordenado con la au¬toridad de Dios «YO SOY», a que
fluya por tu mente y tu cuerpo.
Lo mismo se puede hacer por los negocios o asuntos que no
estén manifestando todo el orden y armonía que se desee. Puedes ponerte de pie
(porque esto te hace sentir la autori¬dad) e invocar a tu gran presencia «YO
SOY» y mandarla al mundo de tus negocios. Ordénale que consuma todo lo que no
sea igual a ella misma y que lo reemplace con la perfec¬ción de Dios que «YO
SOY». Ordénale que se mantenga a sí misma, que manifieste su autoridad
incesante y que lim¬pie tu mundo de toda cosa discordante. Y terminas
decla-rando:
«YO SOY LA SUPREMA AUTORIDAD, DIOS EN ACCIÓN».
No es necesario ponerse tenso ni tampoco permitir que el
cuerpo se ponga tenso, sólo debemos subir en la suprema¬cía y dignidad de
nuestra autoridad divina y limpiar todo lo que necesite ser limpio. Al hacer
esto, no es necesario ha¬blar con voz fuerte, sino con voz baja, pero con tono
de Maestría.
Ponte de pie en tu cuarto y declara:
«YO SOY DUEÑO DE MI PROPIO MUNDO. YO SOY LA VICTORIOSA
INTELIGENCIA QUE LO GOBIERNA. YO ORDENO A ESTA GRAN RADIANTE E INTELIGENTE
ENERGÍA DE DIOS QUE ENTRE A MI MUNDO, LE ORDENO QUE ME TRAIGA LA OPULENCIA DE
DIOS, HECHA VISIBLE A MIS MANOS Y PARA MI USO. LE ORDENO QUE CREE TODA LA
PERFECCIÓN. YO NO SOY YA MÁS EL NIÑO EN CRISTO, SINO LA PRESENCIA MAESTRA QUE
HA ALCANZADO SU PLENA ESTATURA. YO HABLO Y ORDENO CON AUTORIDAD».
Se pueden disolver los errores cometidos y recrear
inme¬diatamente la perfección que se desea. Saber que es autosostenida, siempre
que no se mezcle con actividades destructi¬vas del pensamiento y el
sentimiento.
Yo deseo mucho que tú sientas que ERES LA ÚNICA AUTORI¬DAD
EN TU MUNDO. No temas jamás que al perfeccionar tu mundo vas a desfigurar el
mundo de otro o de otros mien¬tras tú no tengas intención de dañar a alguien.
Tampoco im¬porta lo que digan los demás, o cuánto intenten ellos inte¬rrumpirte
con sus dudas, temores y limitaciones. Tú eres la suprema autoridad en tu mundo
y todo lo que tienes que hacer es decir, cuando te acosen esas condiciones:
«YO SOY EL GRAN CIRCULO MÁGICO DE PROTECCIÓN ALREDEDOR MÍO
QUE ES INVENCIBLE, QUE REPELE TODO ELEMENTO DISCORDANTE QUE INTENTA ENTRAR A
MOLESTARME. YO SOY LA PERFECCIÓN DE MI MUNDO Y ÉSTA ES AUTOSOSTENIDA».
¡Oh amado! Ya no es necesario vacilar, inquirir y pre¬guntar
acerca de que «YO SOY la Autoridad». Anda, atré¬vete, usa esta autoridad de
Dios que se expresa en el «YO SOY» de todo cuanto existe. Porque tú has estado
deseando la Presencia de los grandes Seres Ascendidos. Pues decreta:
«YO SOY LA PRESENCIA VISIBLE DE AQUELLOS LLAMADOS
ASCEN¬DIDOS MAESTROS QUE DESEO VER APARECER AQUÍ ANTE MI Y CUYA ASISTENCIA
INVOCO».
Ha llegado el punto en que puedes descargar toda discor¬dia
de tu mente. Llena tu mente con esta esencia electrónica pura y ninguna
discordia podrá entrar mientras tú la man¬tengas llena con esta Presencia. Te
repito que tú eres la au¬toridad en tu mundo y si tu pensamiento está lleno de
esta Esencia, no puede tocarlo siquiera ninguna discordia. Va¬mos a tomar esta
autoridad y la vamos a usar, vamos a lim¬piar toda discordia y vamos a declarar
sin vacilación alguna:
«YO SOY LA SUPREMACÍA DEL HOMBRE». A DONDE QUIERA QUE YO ME
DIRIJA. "YO SOY" DIOS EN ACCIÓN».
METAFISICA BÁSICA
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