24/08/2012
Primera Lectura
Apocalipsis 21, 9-14
Lectio
Uno de los ángeles me habló y me dijo: “Ven, que te voy a enseñar a la novia, a la esposa del Cordero”.
Entonces me transportó en espíritu a una montaña elevada y me mostró a Jerusalén, la ciudad santa, que descendía del cielo, resplandeciente con la gloria de Dios. Su fulgor era semejante al de una piedra preciosa, como el de un diamante cristalino.
Tenía una muralla ancha y elevada, con doce puertas monumentales, y sobre ellas, doce ángeles y doce nombres escritos, los nombres de las doce tribus de Israel. Tres de estas puertas daban al oriente, tres al norte, tres al sur y tres al poniente.
La muralla descansaba sobre doce cimientos, en los que estaban escritos los doce nombres de los apóstoles del Cordero.
Meditatio
Uno de los libros más hermosos, pero a la vez más difíciles de leer es el Apocalipsis. En este pasaje que nos propone la liturgia, hoy en la fiesta de uno de los 12 apóstoles, podemos darnos cuenta de la importancia que, ya desde la primera comunidad, tenían hacia estos “cimientos” de la Iglesia. Por otro lado nos habla de “la novia del Cordero” la cual se identifica con el pueblo de Dios, no sólo el nuevo, “los doce cimentos” sino también del Antiguo, “las doce tribus”. En el pensamiento de autor entendemos que, nosotros el pueblo de Dios, somos esa novia, a la cual se accede por “las puertas” del AT, pero que encuentra su “fundamento” en la enseñanza de los apóstoles, es decir “la Iglesia”.
Finalmente, la mayoría de los místicos, nos hablan del “desposorio espiritual” con Dios. Pues bien, éste no sólo es un regalo de Dios para aquellos que alcanzan aquí en la tierra un alto grado de unión con Dios (dice santa Teresa de Ávila que todos estamos llamados a esta intimidad), sino para todos los cristianos.
Tú y yo somos esa novia con la cual Jesús quiere mantener una hermosa y profunda relación de amor y de intimidad. Dedica tiempo para el silencio y él te enamorará y te mostrará cosas que no conoces.
Oratio
Señor Padre bueno y clemente, tú que nunca dejas de mostrarnos tu intenso amor por nosotros, tus hijos, ayúdanos a corresponder a ese amor con una vida dedicada a ti en el constante servicio respetuoso al prójimo y en la humilde oración a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
Operatio
Hoy seré respetuoso con el prójimo
en mis acciones,
en mis palabras,
en mis pensamientos,
en mi relación con cualquiera de ellos.
El Evangelio de hoy
Juan 1, 45-51
En aquel tiempo, Felipe se encontró con Natanael y le dijo: "Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en la ley y también los profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José". Natanael replicó: "¿Acaso puede salir de Nazaret algo bueno?" Felipe le contestó: "Ven y lo verás".
Cuando Jesús vio que Natanael se acercaba, dijo: "Este es un verdadero israelita en el que no hay doblez". Natanael le preguntó: "¿De dónde me conoces?" Jesús le respondió: "Antes de que Felipe te llamara, te vi cuando estabas debajo de la higuera". Respondió Natanael: "Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el rey de Israel". Jesús le contestó: "Tú crees, porque te he dicho que te vi debajo de la higuera. Mayores cosas has de ver". Después añadió: "Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".
Reflexión
Una de las cosas que Dios más aprecia en su pueblo es la “autenticidad” y en este pasaje, Jesús lo confirma. Se encontró con un israelita “que no tiene doblez” es decir, con una persona auténtica. Hoy es importante que demos una revisada a nuestra vida, para ver qué tan auténticos somos, no sólo en nuestra vida Espiritual, sino en nuestra vida ordinaria. El mundo moderno nos invita a vivir en medio de “máscaras”, y es así que muchas veces nos resulta difícil el llegar a conocer a una persona, pues vive debajo de una personalidad o apariencia que no es en definitiva ella misma. Muchos matrimonios fracasan por ello, muchas relaciones se estropean porque nos presentamos “con doblez”, la gente llega a perder la confianza en aquellos de quien no se sabe si lo que están diciendo es en realidad para sacar provecho personal.
Busca, pues, con la ayuda de Dios el ser tú mismo (sin máscaras); quien te ama, te amará aún más siendo auténtico, y lo que es más importante, Jesús te tendrá como uno de sus discípulos cercanos, como lo fue Natanael.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
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