28/05/2012
Primera Lectura
1 Pedro 1, 3-9
Lectio
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su
gran misericordia, porque al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos
concedió renacer a la esperanza de una vida nueva, que no puede corromperse ni
mancharse y que él nos tiene reservada como herencia en el cielo. Porque
ustedes tienen fe en Dios, él los protege con su poder, para que alcancen la
salvación que les tiene preparada y que él revelará al final de los tiempos.
Por esta razón, alégrese, aun cuando ahora tengan que sufrir
un poco por adversidades de todas clases, a fin de que su fe, sometida a la
prueba, sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la
manifestación de Cristo. Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y
el oro se acrisola por el fuego.
A Cristo Jesús no lo han visto ustedes y, sin embargo, lo
aman; al creer en él ahora, sin verlo, se llenan de una alegría radiante e
indescriptible, seguros de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta
de la fe.
Meditatio
En esta carta el apóstol Pedro, nos instruye sobre la
importancia de la fe y sobre diversos temas que harán de nuestra vida una vida
auténticamente cristiana. En un cristianismo que busca acomodarse al mundo y
excluir de su vida la persecución, qué importante es el hecho de que el apóstol
inicie su carta recordándonos que la vida cristiana puede requerir del cristiano
el testimonio vivido de manera heroica, incluso hasta la misma sangre, y que
serán precisamente estas pruebas y dificultades las que harán que nuestra fe
sea verdaderamente sólida. Si el cristiano no sabe o no acepta esta realidad ya
anunciada por Cristo, vive quejándose de las incomprensiones, insultos, y
persecuciones que se sufren por el hecho de ser congruente con el Evangelio,
llegando incluso a diluir su fe y su manifestación ante los demás con tal de
ser aceptado y valorado en la sociedad, opacando con ello la presencia de
Cristo en su medio y comunidad.
Tengamos las pruebas y sufrimientos como una verdadera
oportunidad para probarle a Dios que somos suyos, no solo cuando nos da, sino
también cuando nos pide. Haz de tus dificultades de este día una ofrenda a
Dios.
Oratio
Gracias Señor por la alegría radiante e indescriptible que
llegó a mi vida desde que me diste la seguridad de la salvación de mi alma por
la fe que tengo en ti. Te pido que me revistas de todo denuedo para sostener
esa fe en cualquier situación y sobretodo en la tribulación; fórmame y sostenme
pues es mi anhelo profundo que tú y todas las personas encuentren mi fe digna
de alabanza, gloria y honor en el gran día en que te manifiestes. Que esta fe
atraiga a los que se han desviado de tu senda de vida.
Operatio
Este día, para dar testimonio de mi fe, cuidaré que mi
estado de ánimo sea alegre a pesar de cualquier situación dificil que esté
pasando.
El Evangelio de hoy
Marcos 10, 17-27
En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó
corriendo un hombre, se arrodilló ante él y le preguntó: "Maestro bueno,
¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?" Jesús le contestó:
"¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios. Ya sabes los
mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás
falso testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre".
Entonces él le contestó: "Maestro todo eso lo he
cumplido desde muy joven". Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo
una cosa te falta: Ve y vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así
tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme". Pero al oír
estas palabras, el hombre se entristeció y se fue apesadumbrado, porque tenía
muchos bienes.
Jesús, mirando a su alrededor, dijo entonces a sus
discípulos: "¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de
Dios!" Los discípulos quedaron sorprendidos ante estas palabras; pero
Jesús insistió: "Hijitos, ¡qué difícil es para los que confían en las
riquezas, entrar en el Reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el
ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios".
Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí:
"Entonces, ¿quién puede salvarse?" Jesús, mirándolos fijamente, les
dijo: "Es imposible para los hombres, mas no para Dios. Para Dios todo es
posible".
Reflexión
En este pasaje Jesús nos hace ver lo importante que es ser
libre, ya que ésta es una condición para poder entrar en el Reino de los
cielos. Si bien es cierto que las riquezas son o pueden ser un fuerte lastre
para entrar en el Reino, no podemos limitar nuestra participación en el Reino
únicamente por este elemento. Hoy el mundo nos propone nuevas y diferentes
cargas que hacen difícil entrar a la vida en plenitud. Ejemplo de estas nuevas
esclavitudes pueden ser nuestros trabajos, en donde se nos pide o nosotros
mismos vamos decidiendo permanecer en ellos tanto tiempo que privamos de
nuestra presencia a la familia; la televisión, que va minando la armonía
familia convirtiéndonos en verdaderas islas dentro de nuestras casas; etc.
El Señor nos advierte que para los que están atados, para
aquellos que no tienen al centro de su vida a Dios y los valores del Evangelio,
les será sumamente difícil entrar en el Reino. No dejes que ninguna de estas
cosas te esclavice y te prive de la paz y la alegría que el Reino de los cielos
ofrece para todos sus moradores.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu
corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro
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